En 1993, todos con catalizador

V.C. ¿Por qué hay que eliminar el plomo en las gasolinas? El plomo es un componente que se utiliza para aumentar el número de octanos con el objetivo de aumentar la potencia y mejorar la relación de compresión, maximizando las prestaciones del coche. Por ello, la súper de 98 octanos tiene los rendimientos energéticos más altos de las gasolinas que se venden en el mercado.

No obstante, se ha comprobado que el plomo es un metal nocivo muy contaminante que no es biodegradable, por lo que permanece en el ambiente, cae, se concentra en ríos y causa daños irreparables en bosques y campos de cultivo, además de incrementar el riesgo de cáncer.

De ahí que EE UU -pionero en el control de la contaminación de los carburantes- iniciara, desde 1983, una política restrictiva del uso de este material en la gasolina y obligara a los fabricantes de coches a instalar un catalizador que forzara a los usuarios a consumir gasolina sin plomo.

La CE también ha visto la necesidad de introducir una política que obligue al consumo de combustibles más limpios con la intención de reducir las emisiones contaminantes. El plan propuesto ha de desarrollarse en un plazo de tres años y pretende que en enero de 1993 todos los coches matriculados de cualquier cilindrada tengan catalizador, lo que asegura la plena comercialización de la gasolina verde.

Las expectativas para que aumente la demanda de la eurogasolina, a raíz de la liberalización de los precios del combustible, no están muy claras. En el caso de Francia e Italia hay una buena disponibilidad de surtidores de gasolina sin plomo (26% y 38% de la red, respectivamente) que, sin embargo, no se corresponde con el peso relativo de las ventas del combustible, (5% y 1% en cada caso), cifras que hacen dudar del, éxito comercial de este combustible en España.

Otro caso que podría servir de ejemplo a España es el del Reino Unido, país que hace dos años se encontraba en la misma situación deficitaria española. El país anglosajón ha alcanzado un nivel de ventas muy considerable (30%) en apenas un año, gracias a instalar en más de un 50% de las estaciones de servicio existentes un surtidor de gasolina sin plomo y a unos bajos precios.