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HEMEROTECA | CRÓNICA NEGRA

El asesino metódico y frío que sembró el terror entre miles de universitarias

Cinco asesinatos brutales causaron el pánico en la Universidad de Florida en septiembre de 1990 poco antes de que comenzara el curso. Esta es la crónica del suceso

Memorial por las cinco víctimas asesinadas y mutiladas en el campus de Gainesville, Florida (EE UU).
Memorial por las cinco víctimas asesinadas y mutiladas en el campus de Gainesville, Florida (EE UU).Carlos Barria (REUTERS)

Cinco estudiantes de la Universidad de Florida no comenzaron el curso como tenían previsto. Un maniaco les asesinó una semana antes mientras se encontraban en sus apartamentos. Dos de las víctimas fueron mutiladas sexualmente, y una tercera, decapitada. El asesino estaba suelto y el pánico se apoderó del campus de esta universidad, situada en la localidad de Gainesville, al noroeste de Miami. Los estudiantes rezaron para que no hubiera nuevas víctimas y reconocieron estar atenazados por el miedo.

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La policía sospechaba que el asesino continuaba en Gainesville y los responsables de la investigación eran optimistas porque tenían dónde buscar, había numerosas evidencias físicas y los cuerpos de cuatro mujeres y un hombre con los que trazar conexiones. Centenares de estudiantes de la Universidad de Florida llenaron sus carteras y taquillas con armas de fuego, aerosoles de protección y cuchillos.

Las autoridades locales emitieron anuncios en la televisión local recomendando cómo utilizar este tipo de armas y recordando a los padres y tutores de los estudiantes que la tenencia de armas está regulada por las autoridades federales y que su posesión en el interior de los recintos escolares y universitarios está prohibida.

Los estudiantes de esta universidad no escondían su miedo y los negocios de pizzas a domicilio redujeron sus ventas a la mitad por el temor de los estudiantes a abrir las puertas de sus apartamentos a desconocidos. El rectorado de la universidad tuvo que contratar un servicio de vigilantes especiales que no pudo impedir que decenas de estudiantes empaquetaran sus cosas y regresaran a sus casas, lejos de Gainesville. Los que quedaron rezaron en el campus por el alma de las víctimas y también por el autor de las muertes. Para la gran mayoría, el asesino del campus "es una persona que necesita mucha ayuda".

Las víctimas

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Las víctimas, cuyos cuerpos aparecieron escalonadamente en el transcurso de una semana en tres apartamentos, son: Sonya Larson, de- 18 años de edad; Tracy Paulles, de 23; Christa Hoyt, de 18; Christina Powell, de 17, y Manuel Taboada, de 23, un estudiante de la Escuela de Arquitectura.El sheriff Clifton estaba convencido de que el asesino conocía a todas sus víctimas de antemano. Todas las muchachas tienen características físicas similares y las escenas de los crímenes permiten suponer que el asesino las conocía antes de penetrar en sus apartamentos", ha comentado el policía. Los especialistas de homicidios de la Oficina Federal de Investigación (FBI) iniciaron sus propias investigaciones y crearon un retrato psicológico del asesino que ha fue repartido por el campus, donde estudian y viven 34.000 estudiantes.

Según el FBI, el asesino era una persona metódica, fría, vecino de la zona y que antes de matar a sus víctimas se familiarizó con ellas. Se sospechaba también que intentaría atacar de nuevo y que las muchachas de corta estatura y rubias corren el mayor peligro. Miles de estudiantes de esta universidad podrían estar en la lista del maniaco.

En un primer momento, un agente del FBI explicó que aún no se pueden elevar hipótesis "sobre los móviles de los asesinatos" y no quiso explicar si se había encontrado restos de esperma, pelos o sangre en los escenarios de los crímenes. El alcalde de Gainesville, Courtland Collier, quiso tranquilizar a los estudiantes y aseguró que "Gainesville no es 'Nueva York ni tampoco Chicago. Aquí no hay locos sueltos, aquí sólo hay un loco, por lo que pido calma".

El 'Destripador de Gainesville' ejecutado

Danny Harold Rolling fue acusado de la muerte de los cinco jóvenes admitió en 1994 ser el autor de los asesinatos y fue sentenciado a pena de muerte. Rolling, conocido con el sobrenombre de el 'destripador de Gainesville' recibió la inyección letal en la Prisión Estatal de Starke, en el norte del estado, en octubre 2006, a los 52 años

El asesino era hijo de un policía y relató durante el juicio que sufrió abusos de niño. Rolling estaba en prisión por un robo cuando la investigación apuntó hacia él como responsable de los asesinados. Tardó tres años en confesar los asesinatos.

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