UGT y CC OO fracasan en su intento de lograr un pacto de no agresión electoral
Los líderes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, no han logrado evitar que las dos centrales comparezcan a las elecciones sindicales del otoño en medio de la confrontación y han fracasado en su intento de buscar un pacto de no agresión. Los dos dirigentes discrepan sobre los efectos que ello tendrá para la unidad de acción, y mientras Redondo afirma que está "resquebrajada y su recomposición es difícil", Gutiérrez cree que "las desavenencias en materia electoral no nos van a impedir seguir luchando juntos por la Propuesta Sindical
El objetivo de los dirigentes de UGT al acudir a la reunión de ayer con los máximos responsables de CC OO era "pedir explicaciones" por su iniciativa de presentar preaviso de elecciones sindicales para el próximo otoño en 200.000 empresas y el encuentro sirvió para poco más. Nicolás Redondo llevó una propuesta consistente en pedir en la Comisión Nacional de Elecciones, y en último término al Gobierno, una modificación de la normativa electoral para evitar "un proceso vicioso".La alternativa fue rechazada por Comisiones que a su vez ofertó que, en las grandes empresas, se sustituyan los preavisos ya presentados por las fechas que tengan a bien fijar las respectivas secciones sindicales. Para las pequeñas empresas, Antonio Gutiérrez propuso renegociar en las 52 provincias un nuevo calendario de votaciones, como paso previo a la retirada de los preavisos cursados.
Esa opción contó también con el rechazo de UGT y Nicolás Redondo justificó su negativa en que el problema de fondo es la normativa y no está dispuesto a renegociar un nuevo calendario porque "los preavisos de CC OO son un trágala y, por el respeto que nos merecen los trabajadores y los sindicatos minoritarios, hemos rechazado decidir otro trágala similar".
Propuesta "misteriosa"
Antonio Gutiérrez, en una conferencia de Prensa posterior, pidió públicamente a UGT "que explique porque es imposible preparar bien unas elecciones cuando todos los sindicatos saben con más de dos meses de antelación cuándo y dónde se van a celebrar las votaciones". El secretario general de CC OO considera "misteriosa" la contrapropuesta de UGT, puesto que en dos horas y media de reunión no consiguieron que los dirigentes ugetistas les explicaran las reformas de la normativa electoral que demandan. Según Gutiérrez, sólo hay dos hipótesis posibles: una modificación en profundidad de la normativa, que requiere una nueva ley y exigiría el aplazamiento de las elecciones; o una reforma parcial, que se puede hacer por decreto y supondría la eliminación de los preavisos de CC OO. Este sindicato, que se muestra conforme con modificar la normativa electoral, no está de acuerdo con "dejar la solución en manos del Gobierno y los empresarios", ambos presentes en la Comisión Nacional de Elecciones que se constituye mañana viernes. Gutiérrez afirmó que "es ilógico pedirle al Gobierno que resuelva lo que no han podido resolver los dos sindicatos en siete meses".
El dirigente ugetista José María Zufiaur desmintió que su central pida ayuda al Gobierno y afirmó que "la única forma de evitar una guerra sindical como no se ha conocido en este país es que haya una normativa irreprochable".
En el caso de que las discrepancias se mantengan mañana en la reunión de la Comisión Nacional de Elecciones Sindicales y que no sea posible fijar un periodo electoral oficial, Comisiones Obreras mantendrá las fechas de elecciones porque, según Gutiérrez, el mandato de los delegados concluye a finales de año y no vamos a déjar a cientos de miles de trabajadores sin representantes".
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