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Sólo Cardús se subió, al podio en Bélgica

ENVIADO ESPECIALEl Gran Premio de Bélgica, novena prueba puntuable para el Mundial de motociclismo, supuso la tercera carrera del año en la que no gana un piloto español. Las victorias de ayer fueron para el holandés Hans Spaan (Honda, 125cc) y los norteamericanos John Kocinski (Yamaha, 250ec) y Wayne Rainey (Yamaha, 500cc). Jorge Martínez, Aspar (JJ-Cobas), se cayó nada más empezar la prueba de 125cc, mientras que Julián Miralles (JJ Cobas) concluía en una excelente quinta posición. Carlos Cardús (Honda), por su parte, se subió al podio (tercero) de dos y medio, y Joan Garriga (Yamaha) terminó la prueba de 500cc en noveno lugar.

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No hay que darle demasiadas vueltas. No fue una buena jornada para los españoles, aunque hubiese actuaciones destacadas como la de Miralles o remontadas positivas como la de Cardús. El resumen final no es bueno, ya que Aspar empieza a perder de vista el liderato del Mundial -está a 32 puntos del líder, el alemán Stefan Prein-, y Cardús, pese a conseguir ayer la tercera posición y consolidarse en la segunda plaza del campeonato, perdió cinco puntos más con respecto al norteamericano Kocinski, que le supera ya en 27 puntos. El tiempo no presagiaba nada bueno para los españoles, hombres peleados con el agua, amantes del sol y reñidos con el frío. Todo lo contrario de pilotos como el norteamericano Randy Mamola (Cagiva), que realizó una espectacular carrera en 500cc y llegó a ir tercero, pegado a su compatriota Eddie Lawson (Yamaha) hasta que se fue por los suelos, o como el francés Jean-Phillipe Ruggia (Yamaha), que viniendo desde atrás terminó segundo tras superar a los monstruos de la categoría reina. Ruggia significa un mal precedente para Sito Pons -ausente ayer- y Garriga, ya que él también debuta en 500cc y ayer consiguió su primer podio, algo que parece lejos de los ídolos españoles.Llovió durante todo el gran premio y, encima, el trazado ofrecía una imagen desoladora con unos pocos miles de espectadores, debido al precio de las entradas, el doble que en Holanda. Contrariamente a lo sucedido en anteriores ediciones, algo estaba claro: se iba a correr sobre y bajo agua. El sol no apareció y por tanto se correría con neumáticos de agua y las caídas estaban garantizadas.

Las carreras pueden resumirse fácilmente, aunque todas ellas han tenido pinceladas de emoción. En 125cc, Spaan le destrozó el corazón al joven Loris Capirossi (Honda), que con 17 años perdió en la última curva la primera victoria de su vida. O en 250cc, donde las Aprilia, con el belga Didier De Radigues y el veterano venezolano Carlos Lavado, coparon dos de los cinco primeros puestos tras el dominio de Kocinski.

Incluso en 500cc, la gran decepción de la temporada, hubo algo de suspense pues, aunque Rainey dominó la carrera de principio a fin, el agua permitió que gente como Mamola y Ruggia animaran la carrera con su conducción acuática.

La caída de Aspar

La prueba de 125cc se inició con la caída de Aspar y prosiguió con una lucha abierta entre Spaan y Capirossi, que acabó resolviéndose en la curva que da entrada a meta, donde el holandés le metió la rueda al italiano y le ganó por experiencia . Detrás, Miralles realizó una de las mejores carreras de su vida y remontó desde el puesto 17 al quinto.

En 250cc, Cardús fue desplazado a las primeras de cambio por Loris Reggiani (Honda) y se vio obligado a realizar una carrera a la contra, en la que superó a Casoli y Cornu y aprovechó las caídas de Zelenberg y Cadalora para alcanzar el podio. En 500cc, Rainey se fue tras el semáforo verde, Lawson, su compañero de equipo, le hizo de tapón en las primeras vueltas frenando a Schwaritz y Mamola, pero Ruggia acabaría asustándole al acercarse peligrosamente a él en las últimas vueltas.

Prein y Capirossi han entrado en una guerra abierta por la cabeza del Mundial de 125cc; Kocinski se destaca ligeramente en dos y medio, y Rainey, el amigo de Sito, supera ya en 35 puntos a Schwantz. El gran perdedor fue Aspar, ya que su caída coincidió con una jornada redonda para sus más directos rivales en la lucha por los primeros puestos del Mundial, como Prein (cuarto), Capirossi (segundo) y Spaan (primero). Todo lo contrario de Cardús, que terminó tercero y, además, vio cómo los cuatro pilotos que le persiguen en el Mundial de dos y medio (Cadalora, Zeelenberg, Bradl y Wimmer) no terminaron la carrera.

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