_
_
_
_
_

Dura guerra empresarial por el control de los soportes informativos callejeros

El concurso convocado por el Ayuntamiento de Madrid para instalar al menos 450 soportes informativos en la ciudad ha originado una fuerte guerra empresarial por el control de la publicidad callejera. De las 12 empresas que han participado en el concurso, 10 instalaron ayer sus modelos en el paseo de la Castellana, frente al Bernabéu, para su examen por parte de concejales y técnicos. La guerra se ha concretado en veladas acusaciones sobre los métodos de alguna empresa para vender los productos, la falta de tiempo para adaptar los diseños a Madrid y el temor al posible monopolio de un sector que mueve miles de millones de pesetas.

"Sabemos que hay una guerra a muerte entre las empresas y que se están utilizando algunas artimañas", aseguró ayer Enrique Villoria, concejal de Obras e Infraestructuras, área de la que depende el concurso, que será fallado en el pleno del próximo mes de julio. En este sentido, se ha vuelto a recordar, con motivo de la exposición abierta ayer, el supuesto viaje montado por una de las concursantes, la empresa francesa El Mobiliario Urbano, para que técnicos y concejales madrileños visitaran su fábrica, situada a 35 kilómetros de París."Es mentira que El Mobiliario Urbano nos llevara de Madrid a París para enseñarnos su fábrica", manifestó Villoria. "Visitamos la fábrica cuando acudimos a la feria de Cannes, donde el Ayuntamiento tenía un pabellón. Aprovechamos el viaje para acudir a París a ver algunos complejos como el de la Défense y aceptamos la invitación de recorrer la fábrica, como hemos visitado la de otras empresas".

"Lo único que hizo El Mobiliario Urbano fue traernos por la noche hasta Madrid, en un avión privado, para que pudiéramos acudir al despacho a primeras horas del día siguiente, en vez de pasar la noche en París y regresar por la mañana en avión regular, como teníamos pensado".

En aquel viaje participaron, además de Villoria, los concejales Fernando López Amor, Vicente Díaz Zazo y Luis Álvarez, además de dos técnicos. Jean-Charles Decaux, de El Mobiliario Urbano, afirma que se trató tan sólo de una visita a la fábrica, como la que han podido hacer los responsables municipales a otras empresas españolas del sector. La guerra se ha agravado tras la apertura de las plicas del concurso. Según las informaciones recogidas en la propia exposición, los representantes de El Mobiliario Urbano estarían asegurando a las empresas publicitarias que prácticamente tienen ganado el concurso municipal.

"También esas acusaciones han llegado hasta nosotros. Nuestros representantes no pueden hacer este tipo de afirmaciones porque no tenemos la adjudicación. Para nosotros sería perjudicial. En el siglo XX no se ganan los concursos con rumores, sino con productos. Con estas prácticas de las que se nos acusa, no habríamos conseguido adjudicaciones en 752 ciudades europeas", aseguró Decaux.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Lucha de guante blanco

Este tipo de acusaciones evidencian la fuerte lucha que existe por hacerse con los más de 450 soportes informativos que se colocarán en las calles madrileñas y para cuya adjudicación las 12 empresas interesadas han presentado varias ofertas cada una.Las propuestas, estudiadas ahora por los técnicos municipales, van desde el pago de un canon anual por cada uno de los soportes -las ofertas oscilan entre las 5.000 y las 120.000 pesetas- hasta la entrega gratuita de paneles para que el Ayuntamiento realice sus campañas institucionales o coloque sus carteles en una parte de los paneles de la empresa adjudicataria. Asimismo se ofrece al Ayuntamiento la colocación de los carteles municipales, la cesión de señales informativas o la instalación de paneles electrónicos a la entrada de la ciudad. Estas contrapartidas hacen que la inversión a realizar varíe de los 500 a los 3.000 millones de pesetas, y el canon puede llegar a los 100 millones anuales.

Las ofertas se diferencian también por el número de años de concesión -el tope máximo son 15 años-, el número de paneles ofrecidos -de 450 a 1.150- y el tipo de soporte. Un soporte que va desde el panel sencillo hasta la columna, pasando por el interactivo, una especie de cajero informativo en el que el ciudadano puede localizar una calle, consultar la lista de farmacias de guardia o el plano del metro, o leer los datos más interesantes del Museo del Prado.

De las 12 empresas presentadas, tres ya controlan una parte del mobiliario urbano madrileño: Corporación Española de Mobiliario Urbano, SA (CEMUSA), tiene adjudicadas desde 1985 las marquesinas de los autobuses; Planigrama es adjudicataria de los relojes-termómetros y los paneles electrónicos, y El Mobiliario Urbano, empresa que hasta ahora tenía la concesión de las 250 antiguas marquesinas de autobuses, es propietaria de uno de los dos tipos de aseos públicos que están a prueba y de la motocaca, presentada hace tres meses para la recogida de los excrementos de los perros.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_