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Chirac y Giscard unen fuerzas contra los socialistas

El gaullista Jacques Chirac y el centrista Valéry Giscard d'Estaing han decidido unir los partidos políticos que dirigen en una confederación denominada Unión por Francia. Según el acuerdo recién firmado por ambos dirigentes, un candidato único, designado a través de unas elecciones primarias a la norteamericana, representará desde el primer momento los colores de toda la derecha democrática en las próximas elecciones presidenciales francesas.

La recién nacida confederación es hija de los reveses sufridos por Chirac y Giscard d'Estaing en la última década. Ante todo, las victorias del socialista François Mitterrand en las elecciones presidenciales de 1981 y 1988; pero también el continuo ascenso del Frente Nacional de Jean-Marie le Pen que, con sus tesis racistas y ultraderechistas, ha robado a gaullistas y centristas una parte de su electorado tradicional.La Unión por la República (RPR) de Chirac y la Unión Demócrata Francesa (UDF) de Giscard d'Estaing habían firmado matrimonios de conveniencia en las citas electorales de los ochenta. Esas alianzas eran siempre de último minuto, una vez constatado el fracaso de sus listas o candidaturas separadas.

La novedad de Unión por Francia es que institucionaliza la relación de las dos principales formaciones de la derecha democrática. La RPR y UDF conservarán, no obstante, sus respectivas identidades en el seno de la confederación.

El candidato único a la presidencia de la República, según el acuerdo suscrito por Chirac y Giscard d'Estaing, será designado por unas elecciones primarias en las que podrán participar todos los electores que militan o simpatizan con la oposición de derecha.

Una gran convención al estilo norteamericano designará al hombre o la mujer que obtenga un mayor respaldo popular en las primarias. En esa convención, los perdedores se comprometerán en público a apoyar al candidato único.

Es difícil saber si la nueva criatura podrá despertar el entusiasmo del capitidisminuido electorado de derecha moderada, y aún más si servirá para recuperar a una parte significativa de los franceses que han ido cayendo en el saco de Jean-Marie le Pen.

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La mayoría de los comentaristas políticos expresaron ayer su escepticismo sobre las posibilidades de que la Unión por Francia sea un paso real en la recomposición de la maltrecha oposición a los socialistas. El acuerdo es visto sobre todo como un tratado de no agresión entre Chirac y Giscard. El principal problema es que, por el momento, no incluye a las jóvenes estrellas ascendentes de la derecha, como el alcalde de Lyón, Michel Noir, o el líder del Partido Republicano, François Leotard.

Este ya ha expresado sus reservas sobre el porvenir del acuerdo de los dos grandes elefantes de la oposición.

Una encuesta publicada el pasado martes por el diario conservador Le Figaro reveló que, para los empresarios franceses, Michel Noir, militante del RPR de Chirac pero celoso de una independencia, es el mejor candidato posible de la derecha a la próxima elección presidencial, la del año 1995.

Noir recogió el 36% de las opiniones favorables, muy lejos de Chirac y Giscard d' Estaing, cada uno de ellos con un 15%. Los empresarios, según esa encuesta, consideran que las nociones izquierda y derecha están superadas, y si tuvieran que escoger un presidente en el seno del Partido Socialista optarían por Jacques Delors o Michel Rocard.

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