Portland empata a victorias con Detroit tras un final agónico

ENVIADO ESPECIAL Chuck Daly, el entrenador de los Detrolt Pistons, dice que su equipo le está defraudando, que han perdido las ganas de triunfar. Quién lo pudiera creer. Despues de dos partidos frente a los Portland Trail Blazers en la serie final de Liga, los campeones han entrado en crisis. Su derrota agónica en casa 105-106 en la prórroga el jueves por la noche -un partido que cambió de deselace aparente en multitud de ocasiones-, disminuyó inmensamente sus esperanzas de volver a conquistar el título.

Ahora, con empate a una victoria, se han de disputar tres partidos consecutivos en Portland (el primero, en la noche del domingo, hora española), después de los dos celebrados en Detrolt. Y si es necesario, se jugarán otros dos finalmente en Detrolt hasta que uno de los dos equipos gane cuatro partidos en total.

Los Pistons no han ganado en Portland desde 1974, un bache que incluye 20 derrotas. El guión de ahora es de novela, pero una cosa queda clara: los Trail Blazers forman un equipo con sangre fría.

Tres veces el pívot Bill Laimber encestó un triple para dar ventaja a los Pistons durante la prórroga (99-96, 102-98, y 105104 cuando restaban 4,1 segundos); y tres veces los Trail Blazers remontaron. Éste no fue un partido apto para cardiacos. Los Trail Blazers realizaron en el último minuto 6 tiros libres sin fallar. Los últimos fueron obra de Clyde Drexler cuando restaban 2,1 segundos, para asegurar la victoria. Con 33 puntos, 8 de ellos en la prórroga, Drexler se convirtió en un mito, por lo menos por un partido, cumpliendo con los pronósticos que le habían otorgado cuando debutó en la Liga hace siete años. Pero esta historia pertenece a un equipo, no a un individuo. Los Pistons considerado el mejor equipo deferísivo en la historia de la NBA, únicamente pierden cuando permiten 100 puntos algo que han hecho con dema siada frecuencia durante las series finales.

"Falta de entusiasmo"

"Es posible que hayamos perdido nuestras ganas de triunfar. Hemos jugado así en los últimos partidos", afirmó Daly. "Es muy difícil entender cómo podemos haber trabajado tan to para que esto ocurra. Mis jugadores pueden estar en desa cuerdo pero es lo que estoy viendo. A lo mejor hemos elisputado demasiados partic . bs a través de los años. Puede ser consecuencia de la fatiga pero es que nos falta entusiasmo para triunfar. Nosotros teníamos una gran oportunidad de ganar y la desperdiciamos".

Laimber, que mereció ser el autor de la victoria al sumar 26 puntos y empatar un récord de final con seis triples en el partido, fue igual de severo con sus compañeros, y realizó una llamada al orgullo del equipo.

Detroit cometió 18 errores de balón y 28 faltas personales, con equivocaciones mentales y técnicas imperdonables. Los Pistons tuvieron posesión del balón en los últimos segundos del tiempo reglamentarlo y la prórroga, y fueron incapaces de encestar. "Durante algunos periodos jugamos estúpidamente y sin emoción", declaró Laimber. "Puedes jugar durante 47 minutos y 50 segundos, pero el partido dura 48 minutos. A veces sufrimos unas bajadas inexplicables. Nos quedamos totalmente sin ánimo. Estábamos caminando en vez de ir corriendo".

El yugoslavo Drazen Petrovic encabezó una fuerte consecución de puntos por parte de los suplentes, al sumar ocho en 13 minutos; pero el secreto de Portland se basó en otros fundamentos: presión defensiva, contraataques oportunos y una fuerza mental de hierro.

Cuando Detroit se fue al frente 30-19 en el primer tiempo, los de Portland remontaron con autoridad. En el segundo tiempo, gozaron de un parcial de 41-53; y en el tercer periodo, de 63-73. Detroit, como hizo en el primer partido, contestó en el cuarto tiempo, pero esta vez no pudieron rematar. Parciales de 89-86 y 94-91 en el último minuto del cuarto tiempo no fueron suficientes para acabar con los visitantes.

El domingo se disputa el tercer asalto.