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ELECCIONES BAJO EL TERROR

Ganarían los muertos

Antonio Caño

A. C.Ganarían los muertos. Un dibujante ocurrente que hubiese querido reflejar las elecciones celebradas ayer en Colombia tendría que haber pintado una urna entre las nubes, donde Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro y Bernardo Jaramillo, con aureolas de oro sobre sus coronillas, levantaran las manos marcando el signo de la victoria.

Luis Carlos Galán, el candidato liberal asesinado el pasado mes de agosto por pistoleros al servicio del cartel de Medellín, habría conseguido una victoria arrolladora ayer.

Su capacidad de liderazgo, su imagen de renovación y honestidad, le habían llevado hasta más allá del 60% de preferencia electoral en las encuestas y le catapultaban invariablemente a la presidencia.

Sobre sus restos, César Gaviria ha tratado de levantar una bandera de continuidad que, en realidad, se ha convertido hasta ahora en un continuismo del Gobierno de Virgilio Barco, lo que no ha impedido que se perfile como el triunfador, según los primeros escrutinios.

Carlos Pizarro, el candidato del M-19 asesinado el pasado mes de abril por nadie sabe quién todavía, era el hombre de la lírica y de las esperanzas de que el verdadero cambio todavía era posible en Colombia. Su sucesor, Antonio Navarro, no pretendió nunca subirse al ataúd de la víctima idolatrada; se colocó a su lado, con otro estilo, más político, más sereno, más peligroso para los enemigos del progreso, igualmente capacitado para ganar votos para su causa.

Bernardo Jaramillo fue insustituible. Cuando un sicario al servicio del terror negro acabó con su vida en marzo pasado nadie fue capaz de relevarle como candidato de la Unión Patriótica, la coalición electoral surgida de las filas de la guerrilla comunista. Jaramillo había superado el esquematismo arcaico de su organización madre y había hecho creíble y asequible su mensaje de paz y de renovación. Sin él, la Unión Patriótica ha tenido que retirarse de la contienda electoral.

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La ley de los pistoleros obligó, pues, a los colombianos a votar por los reservas.

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