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FERIA DE SAN ISIDRO

Bedoya: "El presidente me robó una oreja"

Curro Bedoya acusaba al presidente del festejo de poco justo por no haberle otorgado las dos orejas del toro que lidió en solitario: "Yo respeto su decisión, pero discrepo de ella porque el animal fue muy bueno, pero yo estuve casi perfecto, a la altura de su calidad, y lo maté a la primera y en lo alto. Sin embargo sólo me otorgó una oreja, la otra me la robó".Añadía que tuvo un mal sabor de boca toda la tarde hasta que cortó el segundo trofeo actuando con César de la Fuente, lo que le sirvió para salir a hombros de Las Ventas, por cuarta vez en su carrera. "La aspiración de cualquier torero es abrir la puerta grande", continuaba, "y ya que económicamente nunca me ha servido el lograrlo, al menos te eleva la moral, el orgullo y la confianza en tus posibilidades".

Bedoya se volcaba en elogios con la afición de Madrid, a la que calificó de sensacional: "Tiene fama de ser la más entendida en la lidia de a pie, pero en la de a caballo no se queda atrás".

Una opinión de la que discrepaba De la Fuente: "En nuestro caso, hoy el público se ha mostrado muy variable, pues aplaudió cosas sin importancia y silbó otras que son muy difíciles y tienen su mérito".

Estas reacciones de los aficionados y los nervios de su debú le impidieron lucirse, según explicaba: "No estoy contento. Me equivoqué al no castigar más a mi primer toro, que además le pegó un topetazo tremendo a mi caballo Perfecto, en un descuido mío. Ahí se enfrió la gente. Ante el otro me conformo con haber contribuido a ayudar a que Bedoya redondease su triunfo".

Añadía que la compenetración con Perfecto no había sido buena porque el caballo estuvo enfermo y a punto de morir la semana pasada, por lo que no pudo entrenarse con él hasta el viernes. Y aventuraba a un pronóstico: "Sí en estas condiciones no he desentonado, en mi próxima actuación, que espero sea en circunstancias normales, debo salirme".

Reapareció Manuel Gómez

Manuel Gómez, el sobresaliente herido grave en la corrida concurso celebrada en esta plaza el pasado día 2, reapareció ayer haciendo las mismas funciones, aunque no intervino en ningún momento del festejo.

Nacido en Morata de Tajuña hace 34 años, Gómez sufre, todavía, fuertes dolores en la pierna y sigue la rehabilitación en su casa. Su máxima aspiración es confirmar la alternativa, que tomó hace ocho años en su pueblo: "Soy el único matador de toros madrileño sin confirmar y me parece que ya está bien de que me cierren las puertas. Por eso, y a pesar de que el toro que me cogió el día 2 no se prestaba, salí dispuesto a todo en el quite por chicuelinas que le hice, y creo que gustó mucho".

Gómez, que suele ir de sobresaliente con Vidrié, hablará con la empresa madrileña para solicitar una corrida: "Siemprese repite a quien cae herido en la plaza, ¿no?. confío en que se acabe ya mi marginación".

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