Miguel Aguiló asumirá la presidencia efectiva de la compañía tras la junta general de accionistas del 7 de junio

El Instituto Nacional de Industria (INI) aprobará en el consejo de administración del próximo viernes 11 de mayo el relevo de Narcís Andreu por Miguel Aguiló en la presidencia de Iberia. Posteriormente, el consejo de Iberia aprobará la dimisión de Andreu el día 17. No obstante, el actual titular de la compañía aérea se mantendrá en el cargo hasta el día 7 de junio, fecha en la que celebrará la junta general de accionistas.Mientras tanto, el nuevo presidente de Iberia, Miguel Aguiló, irá preparando el desembarco, ya que para el mismo día 11 se espera que el INI nombre su sustituto al frente de la División Naval. De momento, según fuentes del Instituto, no hay nada decidido, aunque se han empezado a barajar nombres entre los directivos de la división (Miguel Manchón, Juan Sáez ... ). No se descarta que se nombre a alguna persona externa a la empresa.

El cambio en la presidencia de Iberia, una de las empresas que más; atractivo presenta en la órbita pública al tiempo que es una de las más conflictivas, se ha estado gestando desde el pasado año. Narcís Andreu, que asumió el cargo en octubre de 1985, mostró su intención a Claudio Aranzadi, ministro de Industria, y Jordi Mercader, presidente del INI. Andreu argumenta (véase EL PAÍS del 18 de marzo) que un período de cuatro o cinco años es un ciclo biológico tras el que conviene cambiar.

Andreu, que tiene 57 años, ocupará ahora la presidencia ejecutiva del Banco Español de Bélgica, filial del Banco Exterior en Bruselas. Se da la circunstancia de que Andreu fue el encargado de poner en marcha esa entidad hace 27 años. Su tarea, al menos durante un tiempo, se centrará en incorporar al normal funcionamiento del banco, el de representación de las empresas españolas ante los organismos de la Comunidad Europea y el bloque de países del Este.

Su sustituto, que se encuentra una empresa que ha alcanzado la rentabilidad, tendrá como reto inmediato la nueva renovación de la flota y adaptar la compañía al futuro de la aviación en Europa. Un objetivo básico de Andreu en la última etapa era la integración de Iberia con otras compañías europeas, principalmente Lufthansa y Air France, para hacer frente a la amenaza que supone la prevista entrada de empresas estaodunidenses en Europa.

El actual presidente de la División Naval del INI, cargo que ostenta desde enero de 1987, ha vivido estos años con el espíritu de la reconversión en su casa. La división ha evolucionado positivamente, aunque no por ello ha podido rebajar las pérdidas anuales de los 25.000 millones de pesetas.