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Izquierda Socialista denuncia "la operación" para sustituir a Leguina

Anabel Díez

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, mantiene el poder casi absoluto del partido, sin que el escándalo por las actividades mercantiles de su hermano Juan haya hecho mella en su autoridad, según se desprende de la situación de las distintas federaciones, de tal manera que Guerra llegará al congreso federal del próximo noviembre con todo el control del partido. Mientras, Izquierda Socialista ha denunciado "la operación" del aparato del partido para sustituir a Joaquín Leguina de la secretaría general de los socialistas madrileños y de la presidencia de la Comunidad.

Los intentos del hasta ahora minoritario sector guerrista en Madrid para quitar poder a Leguina vienen de lejos y sólo ahora tienen algún viso de triunfo ante el progresivo acercamiento del presidente de la FSM, José Acosta, otrora estrecho colaborador de Leguina, a las tesis de la cúpula del PSOE. Izquierda Socialista anunció ayer que se opondrán a "esta operación" según dijeron a este periódico dos de sus portavoces, Manuel de la Rocha y Antonio García Santesmases.De la Rocha, diputado de la Asamblea de Madrid, hizo el siguiente análisis de la situación: "cuadros medios de la FSM y José Acosta se han unido en la cultura del aparato, que consiste en primar la disciplina y el sometimiento acrítico a las tesis de Felipe González y Alfonso Guerra". De la Rocha estima que estos sectores quieren acabar con el "modelo de socialismo" que representa Leguina, caracterizado por su actuación de acercamiento a los sindicatos y de entendimiento con Izquierda Unida, una "cultura de izquierda" más neta.

Izquierda Socialista anuncia que se opondrá al intento de que Leguina no sea el futuro candidato a la presidencia de Madrid, y en cálculos optimistas sus miembros aseguran que los sectores que apoyan a, Leguina, entre los que se incluyen los militantes de esta corriente, superarán "al guerrismo y a las gentes de Acosta".

Entre tanto, el repaso por federaciones sobre la opinión que merece Alfonso Guerra es abrumadoramente favorable a su liderazgo. Nada extraño, por otra parte, si se tiene en cuenta que al frente de la mayoría de las federaciones se encuentran personas de absoluta fidelidad a Guerra. El fenómeno experimentado en lo s últimos años en el PSOE ha sido el de la implantación del guerrismo en casi toda la organización, al pasar a ser mayoría donde eran minoría, como ocurrió hace tres años en Andalucía, cuando Rodríguez de la Borbolla fue sustituido de la secretaría general en votación.

Rodríguez de la Borbolla comprobó que en tres años había perdido el apoyo de provincias al frente de las cuales se encontraban dirigentes dispuestos a apoyar al nuevo hombre de Guerra, Carlos Sanjuán.

La conclusión de dirigentes del partido es que en el PSOE no se puede hablar de "sector guerrista", sino que "todo el partido es leal a Guerra". La excepción más nítida es la que representan los socialistas catalanes, que gozan de autonomía sin restriccio nes. Dirigentes del PSOE señalan que los resquemores que levanta Guerra en sectores del Gobierno y de la Administración, no son de relevancia, al restarles influencia en la organización.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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