Doux compra Avícola de Galicia y controla el 15% de la producción de pollos
La empresa Doux Ibérica, filial de la firma francesa Doux y primer productor de pollos en el seno de la Comunidad Europea ha cerrado un preacuerdo de compra con los dos accionistas de la empresa Avícola de Galicia. Con esta adquisición, la firma francesa se hace con el control del 15% de las ventas de pollos en España.El desembarco de la empresa francesa se produjo hace aproximadamente un año, con la adquisición a precios casi de saldo -300 millones de pesetas- de las empresas Porta Labata y Pigasa, en Aragón, firmas que habían quedado en manos de Ibercaja al no hacer frente su dueño anterior a los créditos contraídos con esa entidad financiera. El bajo precio pagado por estas empresas fue consecuencia de la mala situación financera en que se encontraban las mismas, con altos volúmenes de pérdidas.
Durante el último año, los responsables de la firma francesa han mantenido diferentes contactos para la compra de nuevas empresas, especialmente en momentos de precios a la baja en el mercado. Esos proyectos han supuesto en principio la firma de un precontrado de compra con Jaime Olmedo y Ricardo Martínez, principales accionistas de Avícola de Galicia, radicada en la provincia de Pontevedra así como en el norte de Portugal. La firma gallega tiene un volumen de ventas de unos 10 millones de pollos al año, lo que supone aproximadamente el 2% del mercado nacional. Este porcentaje de mercado se suma al 13% que dispone Porta Labata en sus instalaciones de Huesca y Lérida.
Con esta compra, la firma francesa habría tomado posiciones directas en la produción avícola de carne de la mitad norte de la península, incluido Portugal. La compra de Avícola de Galicia se consideró que podría haber sido hecha por las cooperativas orensanas que parece al final no consideraron oportuno pagar los precios solicitados por esta empresa y más cuando continúan los movimientos de ventas. Según medios del sector, se está negociando igualmente otra importante compra que supondría dejar el sector del pollo en manos de cuatro o cinco empresas junto a varias cooperativas.
