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Los Serratosa buscan otras opciones de acuerdo para evitar la OPA sobre Valenciana

La familia Serratosa intenta que el acuerdo entre Aker y Banesto no implique la necesidad de efectuar una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) sobre el capital de Valenciana de Cementos. Fuentes cercanas a los Serratosa indicaron ayer que la OPA sólo es una de las posibilidades barajadas para salvar la situación de enfrentamiento que desde hace tres meses viven Banesto y los dos restantes accionistas. Por contra, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ve muy dificil otra salida que no sea la oferta pública y trata de defender a toda costa los intereses de los pequeños accionistas de Valenciana.

Los Serratosa y la multinacional noruega Aker que son un rnismo frente en este contencioso aún no se han planteado la operación de una OPA hasta que los equipos de Banesto no les hagan una oferta concreta sobre su eventual salida de Valenciana, una vez que hay principio de acuerdo para el reparto del grupo cementero. Equipos del banco y equipos jurídicos cercanos a los Serratosa estudian las diferentes fórmulas a seguir, sin que por el momento haya nada en concreto.Mientras Banesto considera que la OPA sería una buena solución, medios cercanos a los Serratosa estiman que hay otras posibilidades, tales como comprar esas acciones y luego amortizarlas o incluso, buscar un nuevo socio para que adquiera ese paquete accionarial.

La OPA, en cualquier caso, parece inevitable para las autoridades bursátiles, por cuanto que, al margen del paquete que Banesto venderá con el reparto, existe una participación de más del 15% en manos de accionistas particulares.

Fuentes cercanas a la CNMV han señalado que estos pequeños accionistas deberán recibir una oferta de compra idéntica a la de Banesto, lo que obliga también a que la OPA sea realizada en efectivo. La posibilidad de que una parte de la oferta se materializase mediante canje de acciones de Valenciana por títulos de otras empresas del grupo dejaría abierta la incógnita de quien cobra en metálico y quien con papelitos.

En cualquier caso, la Comisión de Valores espera que toda relación entre los socios se ajuste a la legislación vigente. En otras palabras, para los responsables bursátiles, ningún pacto tendrá efecto hasta que no esté respaldado por un acuerdo societario, lo que implica que la familia Serratosa deberá suscribir cualquier solución que se intente plantear oficialmente.

Reparto industrial

Con independencia de la fórmula que se decida, la familia Serratosa y Aker controlarán tras el reparto con Banesto algo más del 60% de la producción de¡ grupo Valenciana de Cementos. El banco que preside Mario Conde dispondrá del restante 40%. Dichas participaciones se establecen en función a la capacidad de producción de las distintas empresas vinculadas a Valenciana y que serán distribuidas entre los actuales gestores y Banesto.La capacidad de producción actual del grupo Valenciana de Cementos se sitúa en torno a los 13 millones de toneladas al año. De esta cifra, Banesto asumirá el control de casi cinco millones de toneladas, repartidos básicamente entre un total de seis empresas, que son Auxiliar de la Construcción Sanson, con 1,5 millones de toneladas; Portland Ibería, con 1,7 millones; Cementos de las Islas, 750.000; Cementos Morata, 750.000; Prebetong Canarias, 50.000 y Prebetong Madrid, 50.000.

Por su parte, la familia Serratosa y la empresa escandinava Aker mantendrán dentro del nuevo grupo Valenciana de Cementos una capacidad de producción de ocho millones de toneladas, distribuidas entre la propia matriz, con cuatro millones; Cementos del Mar, 2,5; Cementos del Atlántico, uno; Portland Mallorca, 350.000; Materiales Hidráulicos Griffi, 100.000; Prebetong Valencia, 50.000; Prebetong Sureste, 50.000 y Hormigones Campello, 50.000.

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