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El proceso de unificación socialista

La reunificación del Partido Socialista de Chile, lograda después de 10 años de división bajo la dictadura del general Augusto Pinochet, transformó a los socialistas en la tercera fuerza parlamentaria del país andino, al contar con cuatro senadores y 17 diputados.El proceso unitario concluyó cuando lo hacía el año 1989, al unirse en el nuevo PS los comités centrales de los partidos socialistas dirigidos por Ciodomiro Almeyda y Jorge Arrate.

A la unidad se sumaron también cristianos de izquierda de MAPU y socialistas que no militaban desde la fractura, en 1979, del partido que tuvo entre sus filas al ex presidente Salvador Allende.

Almeyda, que fue ministro de Asuntos Exteriores y vicepresidente del Gobierno de la Unidad Popular de Allende, fue designado presidente del PS, y Arrate, abogado y economista, por su parte, fue nombrado secretario general.Ambos cargos fueron estimados como de igual jerarquía. La unificación distribuyó equitativamente los puestos en el comité central.

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El mayor respaldo electoral de los socialistas de Arrate se consideró equivalente a la más amplia organización militante de los socialistas de Almeyda.

"Ninguno venció por knockout y no valía la pena pedir las tarjetas a los jurados para saber quién había ganado. Partimos suponiendo dos organizaciones equivalentes", declaró Arrate a EL PAÍS.

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Ideológicamente, el PS se definió como marxista, abandonando su concepción marxista-leninista. Apoya la transición a la democracia y el Gobierno del presidente electo, el democristiano Patricio Aylwin. A largo plazo, agregó Arrate, "el objetivo es consolidar un bloque por los cambios junto con el centro político".

La familia socialista chilena, dividida en 42 de sus 56 años de vida, dejó pendiente el tema de la afiliación a la Internacional Socialista y postergó para septiembre de 1990 el congreso de unidad.

El PS, proscrito y perseguido desde el golpe militar de 1973, decidió legalizarse junto al renacer de la democracia en Chile.

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