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45 realizadores del vídeo latinoamericano exhiben sus últimos trabajos

En la primera proyección conjunta realizada en España se plantean los problemas de su difusión

Cuarenta y cinco creadores de vídeo españoles y latinoamericanos han presentado, durante tres días, sus trabajos en la Residencia de Estudiantes, en Madrid, dentro de la muestra Iberoamérica, últimas tendencias. Considerado como un arte joven y en constante experimentación, el vídeo artístico se enfrenta a dificultades para llegar al gran público, como la falta de apoyo oficial, las dificultades de financiación y el escaso interés de las televisiones públicas y privadas por este proceso creativo.

Procedentes de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y España, 45 creadores de vídeo han presentado sus últimos trabajos en la Residencia de Estudiantes de Madrid, en una muestra clausurada ayer que ha contado con un presupuesto de siete millones de pesetas. Durante tres días, la música por ordenador y el videoarte han intentado escapar a su condición de arte minoritario, peseritando las últimas ceaciones de una serie de seleccionadas por Carlos Trilnick y Manuel Palacios."El videoarte es la expresion llevada a las técnicas electrónicas", afirma Carlos TriInick, 32 años, profesor de técnicas audiovisuales de la universidad de Buenos Aires y realizador. Desde hace un año y medio, Trilnick se encarga de organizar una videoteca de artistas latinoamericanos en el centro cultural, del Instituto de Cooperación Iberoamericana de Buenos Aires, con la idea de "crear una imagen más moderna de Iberoamérica". La selección presentada por Carlos Trilnick es la primera vez que se puede ver en España y en Europa. "Su contenido es fundamentalmente político y documental, porque muchos videoartistas creen que con el vídeo se puede hacer la revolución. Mi opinión es que se puede realizar la misma denuncia a través del arte, buscando un identidad latinoamericana, una expresión no documental".

La limitación del acceso a la tecnología es uno de los problemas fundamentales que afecta a los videoartistas latinoamericanos, junto a la ausencia de subvenciones. "Todo lo que se ha presentado en Madrid", continúa Trilnick, "es producción independiente, fruto del esfuerzo de los realizadores. Por eso es auténtico, porque Se debe a fuerza expresiva".

Defensa del vídeo español

Manuel Palacio, director del Festival de Vídeo de Vitoria, se muestra contrario a la definición videoarte. "Es de los años setenta, cuando la gente que hacía video procedía de las artes plásticas. En los ochenta no es así, y es mas apropiado hablar simplemente de vídeo". Defensor acérrimo de los artistas españoles -"opino que el vídeo español es el mejor del mundo porque, con una carencia de crítica y de teoría como la que padecemos, nadie puede decir que los artistas de video de un país son mejores que otros"-, Palacio está contra el papanatismo a favor de lo extranjero y también contra La falta de interés oficial hacia esta creación artística. "El Ministerio de Cultura", afirma, "tiene el Instituto del Cine y de las Artes Visuales, pero no apoya el vídeo a excepción de la reglamentación de los videoclubes. Jamás, se ha planteado la producción de video".En opinión de Manuel Palacio, la situación actual del video se divide entre Ios que lo utilizan como lugar de paso hacia, el largometraje o la televisión, y los que perseveran en la creación Hoy ni se puede vivir del vídeo y se avanza a un nivel estético, pero no de estructuras. Por esto estos encuentros importan para que el vídeo alcance un prestigio cultural".

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