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Reglamento de los 'doce' para las fusiones empresariales

FÉLIX MONTEIRA, El Consejo de Ministros de Mercado Interior de la CEI, el último bajo la actual, presidericia francesa, aprobó ayer en Bruselas el reglamento de concentración de empresas. La nueva norma entrará en vigor pasados nueve meses y pone fin a 16 años de discusión entre la CE y los Estados miembros para establecer a quién corresponde autorizar o no las grandes operaciones financieras. La Corrasión Europea tendrá el poder de decisión en las fusiones, adquisiciones o creación de empresas conjuntas por parte de sociedades cuya cifra global de negocio supere al año 5.000 millones de ECU (650.000 millones de pesetas). Los demás casos quedarán bajo la esfera nacional.

Más que una transferencia de poderes a la CE, el nuevo reglamente representa un "pacto de caballeros" entre Comisión y Estados miembros, para permitir las concentraciones de empresas como vía necesaria para obtener la mayor dimensión industrial y financiera que requiere el mercado único de 1993. El comisario Leon Brittan saludó el acuerde como un compromiso clave en la historia de la Comunidad.

Según los artículos 85 y 86 del Tratado de Roma, la Comisión Europea tiene competencias para intervenir en todo tipo de concentraciones e impedir que se conculque el principio de la libre competencia. Los artículos tienen un sentido restrictivo de estas operaciones, como garantía contra los abusos de posición dominante o los acuerdos dirigidos a expulsar la competencia del mercado.

Límite de facturación

El límite fijado de 650.000 millones de facturación deja en manos de la Comisión sólo 40 o 50 casos de los miles de operaciones que se producen en Europa cada año. Además, la autoridad comunitaria sólo podrá intervenir si de esa cifra global de negocios, 32.500 millones de pesetas (250 millones de ECU) se generan dentro de la Comunidad Europea y si la concentracíón en un solo Estado miembro no supera los dos tercios de esa cifra.

En los bancos y entidades de crédito computará como cifra de negocio la décima parte de su balance, mientras que en las compañías de seguros se tomará en cuenta la totalidad de las primas, una vez deducidos impuestos y tasas parafiscales. Antes de cuatro años se someterá el tope fijado a revisión, pero hará falta una mayoría cualificada para cambiarlo. Tan solo Italia y algunos países pequeños de la Comunidad Europea. son partidarios de bajar el límite impuesto, que consideran excesivo.

El reglamento incluye una excepción para la República Federal de Alemania, que impuso su "tradición histórica" para dar el sí al acuerdo. El Bundes Kartellamt, organismo que controla las fusiones de empresas, se reserva la decisión final cuando se trata de operaciones que afecten decisivamente a su mercado nacional o estén en juego intereses regionales. Para guardar las formas, se ha estipulado que sea con la autorización previa de la Comisión Europea.

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