Una vida de película

Julio Alejandro (83 años), guionista de Luis Buñuel, poeta, autor teatral, marinero y trotamundos ("una vida de soledad, siempre acompañada"), confiesa que se siente abrumado a la vez que emocionado ante el homenaje que Aragón le ha rendido en el Festival de Cine de Huesca, que finalizó ayer. El homenaje continuará en Zaragoza y Teruel con la proyección de películas en las que ha participado como guionista o director artístico: Viridíana, Tristana, Nazarín, Simón del desierto y Pedro Páramo.

Julio Alejandro nació en Huesca hace 83 años y su biografía se asemeja a uno de sus guiones de película. Comenzó a escribir versos durante la vuelta a España en barco como alférez de fragata para aprobar unos exámenes en la Escuela Naval. Antonio Machado, a quien, junto a Buñuel, considera su padre espiritual, le llamó "pastor de olas, capitán de estrellas" y le prologó el libro La voz apasionada en 1932. Estudió también Filosofía y Letras.Durante la República fue ayudante de Indalecio Prieto en el Ministerio de Marina, quien le ayudó a exiliarse a Francia, donde ejerció como profesor universitario. Desde Lisboa embarcó hacia Manila, donde dio clases en la universidad de Santo Tomás. Allí los americanos le consideraron pro japonés, y los nipones lo tildaron de pro americano. Durante un mes tuvo que dormir cada noche en un sitio distinto, hasta que fue encarcelado.

El cónsul español le rescató de la prisión y se le declaró una apendicitis aguda que le hubieron de operar sin anestesia. En 1945 consiguió salir de Filipinas en un barco norteamericano y viajó a México, Santiago de Chile y Buenos Aires, desde donde se embarcó para España.

Escribió varias obras de teatro y recibió un contrato desde México para escribir diálogos de películas. Fue allí por seis meses y se quedó 34 años. Escribió más de 100 guiones. Entabló amistad con Juan Rulfo, Carlos Fuentes, María Félix o Jean Moreau, entre otros. Con Buñuel hizo Viridiana, Simón del desierto, Tristana, Nazarín y El ángel exterminador. Julio Alejandro confiesa que su relación con Buñuel "fue una amistad fuerte, como de maestro a discípulo".

Cinco instituciones aragonesas han editado un libro antológico, dedicado a Julio Alejandro, titulado Fanal de popa, que simboliza el regreso del viejo marino al hogar. El volumen incluye poemas la cinematografía y artículos de amigos.