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La crisis de los refugiados lleva al primer ministro húngaro a RFA

La crisis provocada por la fuga masiva de ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA), que llegan a la República Federal de Alemania (RFA) tras cruzar la frontera entre Hungría y Austria, tomó ayer un nuevo giro con la visita inesperada del primer ministro húngaro Miklos Nemeth a Bonn. Nemeth se entrevistó con el canciller federal Helinut Koffl mientras las autoridades de Budapest anunciaban que habían incrementado la vigilancia de su frontera con Austria para lo que se han movilizado un contingente considerable de la milicia popular.A las conversaciones, que duraron dos horas, asistieron también los ministros de Exteriores de ambos países, Hans Dietrich Gensher y Gyula Horn. Del contenido de éstas sólo se supo que Nemeth insistió en que éste es un problema entre las dos Alemanias que debe ser resulto por Bonn y Berlín Este, si bien su Gobierno está dispuesto a ayudar en lo posible a los refugiados y mediar en la busca de una solución. Kohl, por su parte, pidió en una entrevista concedida a la televisión de la RFA la intervención de las cuatro potencias vencedoras en la Il Guerra Mundial (URS S, EE UU, Francia y el Reino Unido) para solucionar el problema.

Como viene siendo habitual desde que se inició a principios de mes la fuga de alemanes orientales, con la ocupación de la representación diplomática de Bonn en Berlín Este, se mantiene un absoluto silencio sobre el contenido de lás gestiones.

La situación en Hungría empieza realmente a ser preocupante. A las presiones que soporta Budapest de sus aliados del Pacto de Varsovia, que parecen concretarse ahora en el refórzamiento de una frontera que se había convertido en un coladero, se une el problema de que hacer con los más de 200.000 alemanes orientales que, cuando se cumpla el término de sus vacaciones, decidan no volver a su país.

Tras haber permitido la salida de los que seguían encerrados en la embajada de la RFA en Budapest y haber hecho la vista gorda durante casi una semana a los núles que han cruzado ilegalmente la frontera con Austria, los reformistas húngaros se encuentran entre la espada y la pared. No pueden permitir que sigan cruzando ilegalmente la frontera miles de ciudadanos de un país aliado, pero tampoco pueden dete nerlos y devolverlos a la RDA. E objetivo de la visita de Nemen fu decidir lo que se va a hacer co aquellos que finalmente decidan no volver a la RDA. Bonn quier conseguir de Budapest la prome sa de que no se va a devolver anadie contra su voluntad, per no quiere que esto se haga públi co para no crear una situació caótica en Hungría.

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