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GENTE

Giuseppe di Stefano

Las conferencias recitales de una leyenda

El nombre de Giuseppe di Stefano figura desde hace años en todas las enciclopedias de música, y ha entrado por derecho propio en el mundo de la leyenda de la ópera. Fue el ídolo de juventud de José Carreras, que escuchaba sus interpretaciones con verdadera devoción.Ha habido incluso críticos de ópera que han comparado la voz del tenor catalán con la del siciliano, pero Carreras no encuentra más explicación a esta posible semejanza que la influencia recibida por haber escuchado tantas veces las grabaciones de Di Stefano.

El tenor italiano, nacido en Catania (Sicilia) hace 68 años,ha estado dos semanas en pequeña población gerundense de Peralada para ofrecer dos conferencias recitales e intervenir como narrador en el estreno es pañol de la primera ópera de Puccini, Le villi, programadasen el festival de música de esta población, que finalizó el domingo.

Di Stefano hace años que no canta óperas, pero no acepta que se le diga que está retirado. "Si estuviera retirado no cantaría", dice, "y en mis conferencias recitales canto mucho; canto más que hablo". En Peralada cantó. Y cantó más que habló, sobre todo en la primera de las conferencias recitales.

El tenor llama conciertos a estas conferencias recitales, aunque no son propiamente conciertos ni tampoco conferencias.

Di Stefano mezcla arias de ópera con canciones napolitanas, y entre interpretación e interpretación bromea con el público y explica anécdotas de sucarrera artística: cómo descubrió muy pronto que no había una fórmula magistral que permitiera cantar bien siempre o su primer encuentro en un escenario con María Callas, con la que formó pareja en numerosas grabaciones discográficas. Casi alfinal deja que el público, que ha reído sus bromas y ha aplaudido sus intervenciones, le formule preguntas.

Giuseppe di Stefano es un amante de las buenas formas y de la correccion en el vestir. "Me gusta que la gente se vista cuando va a la ópera. Qué quiere que le diga, soy de otra época y nunca me acostumbraré a ver a la gente con pantalones vaqueros en un teatro de ópera".

El tenor italiano asegura que ya no existen genios en el mundo de la música. "El último genio de la música fue Puccini. Los de mi generación todavía tuvimos la suerte de cantar bajo la batuta de los directores de orquesta que habían trabajado con estos últimos genios.

Su desaparición marcó el inició de una nueva época, la de la espectacularidad, con Herbert von Karajan. Pero ésta ya es otra manera de vivir y trabajar".

El tenor italiano no ha ocultado nunca que fuma. "Si no canto, fumo", dice mientras corta por la,mitad un cigarro puro toscano, "muy parecido a las farias gallegas", explica, y enciende una de las mitades.De sus dos semanas de estancia en Peralada le quedará un grato recuerdo culinario. "En Italia me habían hablado muy bien de la cocina de esta zona, y ahora que he probado sus especialidades puedo calificarla de buenísima", explica entusiasmado Di Stefano, que cada día probaba un plato diferente; hoy, pescado; mañana, carne.

A la pregunta de si tanto cambio de comida no le perjudica el estómago, responde: "Mi estómago, bien, gracias", mientras ladea la cabeza y aspira una bocanada de humo de su cigarro puro toscano.

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