Castro asegura que la revolución cubana proseguirá aunque la URSS se desintegre

"Cuba y la revolución cubana seguirán luchando y resistiendo aun si algún día despertáramos, cosa que esperamos que no ocurra jamás, con la noticia de que se ha creado una gran contienda civil en la URSS e incluso con la de que la URSS se desintegró" aseguró el miércoles el presidente cubano, Fidel Castro. En un numantino discurso, advirtió que el decisivo abastecimiento soviético a la isla podría sufrir retrasos o interrupciones debido a la inestabilidad registrada en la Unión Soviética y sus países aliados.

El líder cubano atribuyó a Estados Unidos la creencia de que un desmoronamiento de la comunidad socialista conduciría necesariamente a la caída de la revolución. "Que no se hagan ilusiones", afirmó. Castro aseguró también que está dispuesto a morir para defender el proceso político que dirige y a no depender más que de sus propias fuerzas en caso de bloqueo total o invasión. Estas palabras las pronunció en una alocución de dos horas en la plaza de Agramonte, en Camagüey, a 500 kilómetros de La Habana, para celebrar el 36º aniversario del asalto al cuartel de Moncada, con asistencia de ministros, dirigentes comunistas, 700 invitados extranjeros y otras 150.000 personas.Cambios en el Este

Castro no recordó el reciente fusilamiento de cuatro altos oficiales acusados de tráfico de drogas con el cártel de Medellín ni el escándalo que perturbó la vida nacional durante un mes y situó a la revolución cubana en su momento más crítico. Una pancarta con la imagen del héroe nacional José Martí y una corta letanía política fueron la única referencia indirecta.

El líder confirmó que los cambios políticos en los países socialistas tendrán consecuencias en las relaciones del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) con Cuba, cuya economía ha dependido fundamentalmente de la ayuda del bloque del Este. "El movimiento revolucionario atraviesa dificultades", dijo; "ni siquiera podemos decir que los suministros, que con la puntualidad de un reloj han estado llegando al campo socialista durante 30 años, sigan llegando con esa seguridad y esa puntualidad. Es posible que en el futuro tengamos que seguir trabajando y esforzándonos y haciendo milagros".

Castro estimó que la gira del presidente. norteamericano, George Bush por Hungría y Polonia pretendía "alentar las tendencias capitalistas y los problemas políticos". Sobre este punto, propugnó que las nuevas generaciones de polacos y húngaros "se dieran una vueltecita por el capitalismo para que conozcan lo egoísta, lo brutal y deshumanizada que es la sociedad capitalista".

El jefe de Estado comentó las pintadas con la frase "EL mejor comunista es el comunista muerto", escrita en algunos lugares de una de las ciudades polacas visitadas por Bush. "Desde luego", dijo, "hay dos tipos de comunistas: los que pueden dejarse matar fácilmente y los comunistas que no nos dejamos matar fácilmente", gritó Castro, en una tribuna descubierta, entre aplausos y gritos de "Fidel, seguro, al yanqui dale duro".

Según el presidente cubano, cuyo uniforme verde oliva acabó empapado por la lluvia, el principal problema es la "euforia" de Washington, cuya actual Administración calificó de "facinerosa, insolente y amenazante, y más triunfalista que la de Ronald Reagan. Si parten de la premisa de que el socialismo se desintegra, Cuba no podría resistir y la revolución cubana desaparecería. Ese razonamiento multiplica el espíritu agresivo y la hostilidad del imperialismo yanqui contra nuestra revolución".