Carlos Menem pone a punto su Gabinete de integración social
El candidato vencedor en las elecciones presidenciales argentinas, el gobernador peronista de U Rioja, Carlos Menem, ha casi culminado la lista de su futuro Gabinete, en que se advierte el intento de formar un Gobierno que represente los intereses de las principales fuerzas sociales y corporaciones del país. El anuncio del Gabinete de Menem se interpreta como un mensaje de que está ya preparado para asumir en cualquier momento la presidencia.
Casi nadie cree en Argentina que el presidente en ejercicio, el radical Raúl Alfonsín, llegue al final de su mandato, previsto para el 10 de diciembre. Menem ha demostrado imaginación, una absoluta falta de prejuicios o condicionamientos ideológicos y habilidad política, a la hora de designar un gabinete, que parece la puesta en práctica del circense "más difícil todavía".Se advierten claramente en la selección de su gabinete tres criterios básicos: 1) Implicar a todos los grupos sociales significativos en Argentina en las futuras tareas de un Gobierno que debe tratar de sacar al país de la crisis.2) El ideal menemista (peronista en el fondo) de una sociedad armónica, donde reine la convivencia de clases e intereses antagónicos, subordinados a la tarea de la reconstrucción nacional. 3) Intento de Menem de ubicarse, más allá de las disputas partidistas y por encima del conflicto, como una especie de árbitro de la situación, que evita implicarse en la disputas.
A partir de una reflexión de este tipo se explica la composición del gabinete, que resulta un conglomerado de intereses aparentemente antagónicos y contrapuestos. Para ministro de Economía, Menem ha escogido al ingeniero Miguel Roig, hasta hace unos meses el ejecutivo más importante de la multinacional argentina Bunge y Born. Este consorcio es el símbolo palpable del capitalismo argentino, una auténtica bestia negra para la izquierda. Cuando Menem le ofreció la cartera de Economía, Roig le respondió: "Yo a usted no le voté". Roig se encargará de aplicar el llamado "Plan B.B.", iniciales de Bunge y Born, un modelo econométrico para salir de la crisis, basado en las ideas del premio Nobel de economía de 1980 Lawrence Klein.La designación de Roig abría un conflicto con otro aspirante al cargo, el economista y hasta ahora diputado en las listas peronistas Domingo Cavallo, de 42 años, que ocupó cargos durante la dictadura militar. Privado Cavallo de la cartera económica, Menem lo situó al frente del ministerio de Relaciones Exteriores. Con ello, Menein evita un conflicto con Roig e indica el peso que tendrá la economía en la política internacional argentina.
Para la difícil cartera de Defensa el designado es el diputado peronista Italo Argentino Lúder,de 72 años, que fue el candidato derrotado por Alfonsín en 1983. Fue Lúder, cuando fue presidente provisional de Argentina en 1975, quien dictó la orden de aniquilamiento de la guerrilla. Los militares argentinos argumentan, basados en ese decreto, que actuaron en una guerra por orden de un gobierno democrático. Lúder tiene prestigio corrio jurista y se espera que sea del agrado de los militares. Hace años Lúder había manifestado que la autoamnistía que se concedieron los militares de la dictadura era constitucional.
El ministro del Interior será el diputado Eduardo Bauzá, de 49 años, hombre de confianza de Menem. Otro hombre de su entorno ocupará otro ministerio importante: el diputado riojano Julio César Corzo, de 40 años, en Salud y Bienestar Social.
Sigue pendiente el nombramiento de ministro de Trabajo. Para ese puesto Menem desería un sindicalista. El retraso en la designación parece indicar la existencia de disputas entre diferentes sectores del sindicalismo peronista, que Meneni desearía despejar antes de designar al titular de la cartera de Trabajo.
