La ejecutiva gallega del PSOE mantiene su apoyo al alcalde de Cangas

La ejecutiva gallega del PSOE reiteró ayer su apoyo a Lois Pena, alcalde de Cangas de Morrazo (Pontevedra), y desmintió que se hayan producido dimisiones en la ejecutiva comarcal de O Morrazo. Pena y los concejales socialistas de la localidad no han regresado al Ayuntamiento desde que lo abandonaran a las seis de la madrugada del viernes protegidos por efectivos de la Guardia Civil. La jornada de ayer fue de calma en la población, pero la tensión acumulada desde el jueves continúa, mientras la Guardia Civil mantiene la vigilancia en previsión de incidentes.

El secretario de Organización de los socialistas gallegos, Xosé Nogueira, declaró ayer que Pena sigue contando con el apoyo del partido y calificó de "correcta" la actuación de la Guardia Civil durante los incidentes ocurridos en la madrugada del viernes durante el desalojo del ayuntamiento. "Estamos dispuestos a dialogar una vez que la pacificación se produzca. Creemos que debe ser respetado el resultado electoral, y nos consta que el 80% de la población de Cangas lo que quiere es que se rebajen los impuestos y que se abra una vía de diálogo. Así lo indica una encuesta que encargamos hace algunas semanas", agregó Nogueira.Nogueira aludió a la posibilidad de abrir un diálogo con el Partido Popular y con el Partido Socialista Galego-Esquerda Galega, dos de los grupos de la oposición municipal, pero no mencionó a Izquierda Unida ni al Frente Popular Galego, las otras dos formaciones opositoras y las más activas en las rnovilizaciones contra Lois Pena.Los cuatro grupos de la oposición, que suman ocho concejales frente a los 13 socialistas, coinciden en que el primer paso para que se normalice la situación en el municipio es la dimisión del alcalde, petición que apoya un sector del vecindario. Estas formaciones están considerando, incluso, la posibilidad de una convocatoria de nuevas elecciones como salida de la dificil situación creada, según ellos, por el comportamiento de Pena en los últimos meses, a quien acusan de actuaciones irregulares, incumplir la legislación vigente, nepotismo, y desprecio a la oposición y a la voluntad popular.El alcalde, que no pudo ser localizado durante el fin de semana ni ayer, y que, según algunas versiones, está descansando durante algunos días, ha pasado por alto tales acusaciones y ha acusado, a su vez, a sus oponentes de intentar conseguir con la presión popular lo que no pudieron obtener en las urnas. Ha repetido también una y otra vez que no dimitirá y que cumplirá los dos años que le restan de mandato.

Efectivos reforzados

La localidad acoge un importante despliegue de guardias civiles, reforzados en las últimas horas por efectivos de los Grupos de Seguridad Rural, en previsión de que nuevos incidentes.Los cuatro heridos durante la carga policial continúan internados en un centro sanitario de Vigo.Los incidentes comenzaron cuando grupos de vecinos interrumpieron un Pleno en el que se debía aprobar una reducción del tipo impositivo de la contribución territorial urbana del 20% al 10%. El alcalde y los concejales socialistas se refugiaron en una dependencia municipal de la que sólo pudieron salir 20 horas más tarde protegidos por la Guardia Civil. Portavoces de la oposición sostienen que Pena prolongó deliberadamente lo que califican como "voluntario encierro". El alcalde sostiene todo lo contrario y el Gobierno Civil de Pontevedra sigue manteniendo que los agentes cargaron contra los vecinos para responder a anteriores agresiones de éstos. El atestado sobre los sucesos, que se saldaron con 54 heridos, fue entregado en el Juzgado número 3 de Pontevedra por la Guardia Civil.

. La oposición está considerando la posibilidad de presentar una querella criminal contra el gobernador civil de Pontevedra por lo que considera una desmesurada e injustificada actuación de las fuerzas de seguridad.