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Contestar con preguntas

Xosé Hermida

XOSÉ HERMIDA El inicio de los trabajos de retirada de los restos del Casón, que todavía permanecen en una playa de Finisterre, deberá esperar a la llegada del buen tiempo. La empresa adjudicataria del contrato, Redesa, aguarda a que remita el temporal que estos días azota las costas gallegas para hacerse cargo de las tareas, que se pueden retrasar hasta principios del verano, según fuentes de la Comandancia de Marina de La Coruña.

El rescate de la chatarra que aún flota en aguas de F¡nisterre casi año y medio después del accidente podría desatar de nuevo la interminable y nunca aclarada controversia sobre el contenido exacto de la carga que el buque panameño albergaba en sus bodegas. El alcalde de Corcubión, Rafael Mouzo, está convencido de que entre los restos del buque hay todavía materiales peligrosos que las autoridades no han dado a conocer.

Mouzo, militante del Bloque Nacionalista Galego y destacado por su beligerancia con las autoridades en los días siguientes al naufragio, se pregunta por qué se ha tardado tanto tiempo en limpiar definitivamente las aguas de F¡nisterre si los restos del barco no ofrecen ya ningún peligro. La actitud de Mouzo es una constante entre todas las personas que tuvieron algo que ver con el extraño naufragio de diciembre de 1987. Todo el mundo suele contestar a las preguntas con otras preguntas, de tal modo que el accidente sigue envuelto en una especie de halo misterioso.

[Andrés Moreno, que tras su cese como gobernador civil de La Coruña ocupa nuevamente su plaza de funcionario en la Consellería de Industria del Gobierno autónomo de Baleares, se negó a realizar cualquier manifestación relacionada con el Casón, informa Joan A. Caimari.]

En la Xunta de Galicia Cason es una palabra casi proscrita. Los representantes del Gobierno autónomo han hecho toda clase de esfuerzos por olvidar y hacer olvidar lo ocurrido.

Amenazados

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Rafael Mouzo afirma que él y su familia han sido "amenazados y perseguidos" y por eso adopta ahora una actitud prudente "sobre todo por no perjudicar a los pescadores de esta zona, que bastante han padecido ya", dice.

Mouzo concede gran importancia a un hecho que pasó casi desapercibido en su día para los medios de comunicación. El 14 de mayo de 1988, cinco meses después del accidente, los técnicos y el personal de la Armada que participaron en el rescate de los restos del barco hundieron deliberadamente, cerca del cabo Finisterre, una de las gabarras utilizadas en estos trabajos. Los motivos de esta decisión nunca han sido explicados, lo que a juicio del alcalde de Corcubión abre una nueva incógnita. "¿Qué tenía esa gabarra para hundirla?".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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