ETA tiene información sobre Martín Villa y Julián Sancristóbal, según documentos de 'Josu Ternera'
El ex ministro del Interior en el Gobierno de la UCD Rodolfo Martín Villa y el anterior director general de la Seguridad del Estado, Julián Sancristóbal, figuran de manera destacada entre los objetivos del comando Madrid de ETA Militar, según consta en la documentación intervenida a Josu Ternera, máximo responsable de la organización terrorista, detenido en Bayona (Francia) el pasado 11 de enero, poco antes de la tregua iniciada por los etarras para entablar negociaciones con el Gobierno.
Los nombres de estos antiguos cargos gubernativos, hoy miembros de los consejos de administración de varías empresas, fueron "señalados" a la dirección de ETA en un informe elaborado por un colaborador de la organización terrorista, que, al parecer, obtiene buena parte de sus datos de las publicaciones económicas especializadas.El informe, junto con el resto de la documentación, fue encontrado por la policía francesa en la casa de Bayona en la que se practicó la reciente redada contra la cúpula de ETA Militar. En él, figuran también, como víctimas potenciales de atentados o secuestros los banqueros Alfonso Fierro y José María Aguirre González, presidente del Banco Guipuzcoano, y el propietario y consejero delegado de Panrico, Alberto Costafreda, así como los empresarios, Jaime Castellanos, Ignacio de La Sota y Jaime Echebarría, incluidos en la relación por sus conexiones personales o profesionales con el País Vasco.
El confidente de ETA escribe que las fotografías de prensa y la utilización de la guía telefónica puede permitir completar los datos adelantados en su informe y sugiere que si se trata del secuestro de un banquero se elija a Alfonso Fierro, ya que en su opinión, es más provechoso chantajear a elementos de familias adineradas. "Vereis por la información que tienen con que responder, puesto que además, en estos artículos no aparece," dice el colaborador etarra, "más que una parte de su fortuna".
Empresarios
En el apartado dedicado a empresarios, el autor del informe destaca igualmente la conveniencia para ETA de tomar en consideración la información recogida sobre Alberto Costafreda, si bien el confidente etarra recomienda que se lea con atención la totalidad de su informe.
El informador de ETA que, a juzgar por sus propios comentarios lleva años desempeñando este papel, seleccionó a estas personas utilizando criterios de disponibilidad económica de las víctimas potenciales, de significación política y atendiendo a su mayor o menor vulnerabilidad.
En lo que se refiere a Rodolfo Martín Villa, el colaborador de ETA incluye en su informe una noticia recogida de una publicación especializada en la que se anunciaba que el ex ministro y presidente del consejo de Administración de Cellophane, ocuparia proximamente la presidencia de Fénix Mutuo-AG Vida, compañía de seguros formada con capital del Grupo AG Belge.
Tras advertir a la dirección de ETA de la posibilidad de que con los papeles de Sokoa y la detención del dirigente etarra Santi Potros haya caído la información anteriormente existente sobre los pasos de Martín Villa, -"con la que se le podría haber cazado en,la fábrica de Burgos o en su oficina de Madrid" el colaborador indica: "Con esta nueva información, se abre la posibilidad de que pise las oficinas del grupo Fénix Mutuo, recientemente creado". Más adelante añade: "Otra información de interés para el comando Madrid puede ser el hecho conocido de que Julián Sancristóbal es el presidente de Marconi y con todos los líos que tiene actualmente esa empresa me imagino que tendrá que ir a menudo por Marconi".
Tras señalar que envía junto a su informe la fotocopia de un reportaje de prensa titulado "La guerra que viene", el informador etarra subraya, en un tono marcadamente ortodoxo: "Aparecen las fotografias de los presidentes de las 6 grandes fábricas de armas del Estado español por si procediera actuar contra alguno de ellos".
El colaborador propone a la dirección de ETA atentar duramente contra una empresa de nombre Gestiber, dedicada, al parecer al asesoramiento empresarial, y contra un banco situado en el número 81 del Paseo de La Castellana de Madrid, argumentando que el nombre de ese banco ha aparecido en informaciones de prensa como sospechoso de estar involuerado en operaciones de blanqueo de droga. Por ello apunta que una gran bomba en este banco sería bien acogida por buena parte de la opinión pública.
