Ardanza quiere convocar una 'cumbre' de los firmantes del pacto vasco por la paz

El presidente del Gobierno vasco, José Antonio Ardanza, ha iniciado una ronda de conversaciones con los partidos que suscribieron el pacto vasco contra la violencia con la intención de convocar una nueva cumbre el próximo día 12, un año después de su firma. Mientras que Alianza Popular, CDS, Euskadiko Ezkerra, PSOE y PNV han anunciado que acudirán a la reunión, Eusko Alkartasuna (EA) adelantó ayer que no asistirá a la cita.

La ejecutiva nacional de EA hará público hoy un comunicado en el que explicará las razones de su inasistencia. Inaxio Oliveri, que habló telefónicamente con Ardanza, y otros cuatro miembros más de la ejecutiva nacional de EA se mostraron en la tarde de ayer contrarios a participar en la reunión.Fuentes de la presidencia del Gobierno vasco citadas por la agencia Efe señalaron que la cumbre no se celebrará si no confirman su asistencia todas las formaciones que suscribieron el pacto. "El lehendakari no tiene ninguna intención de dar paso alguno que pueda suponer un deterioro del propio acuerdo", agregaron estas fuentes.

De su lado, Txiki Benegas, presidente del PSE-PSOE, declaró que su partido es favorable a la convocatoria "siempre y cuando todos los partidos estén de acuerdo en hacerla. Si hay uno que no está de acuerdo, entonces habría que estudiar si conviene o no llevarla a cabo".

Otros medios oficiales indicaron ayer que el objetivo de la reunión es analizar los efectos del pacto durante el año de vigencia que está a punto de cumplir, y estudiar los diversos acontecimientos relacionados con el terrorismo producidos a lo largo de 1988.

La convocatoria del lehendakari ha sido bien acogida por el PNV, Euskadiko Ezkerra y el PSOE. Fuentes de la vicepresidencia del Ejecutivo autónomo indicaron que Ardanza ha mantenido diversos contactos con el vicelehendakari, el socialista Ramón Jáuregui, para definir el contenido de la reunión. Estos contactos podrían evitar una convocatoria frustrada como la que causó una crisis de gobierno al mes de la firma del pacto. Mientras, ni AP ni el CDS habían recibido en la tarde de ayer una invitación formal a la cumbre.

EA firmó el pacto a condición de que el Parlamento vasco definiese el concepto de pleno desarrollo del estatuto. Sin embargo, la comisión encargada de esta materia está paralizada tras el encargo a los servicios jurídicos de la institución legislativa de un informe sobre el particular. "Nosotros creemos", declaró un portavoz de este partido, "que el problema es político y por lo tanto el enfoque jurídico es equivocado".

Par a el portavoz del CDS, Alfredo Marco Tabar, la cumbre no es "estrictamente necesaria", aunque "sí conveniente, sobre todo para analizar con detalle cuál es la situación de ETA respecto a la sociedad vasca'.

Tabar considera peligroso que la cumbre sea un intento para actualizar alguno de los acuerdos, "ya que sería como cuestionar la unanimidad alcanzar la el pasado año".

El portavoz de Herri Batasuna, Jon Idígoras, criticó la celebración de una cumbre que considera "el aniversario de un frente común contra HB". Idígoras dijo que el pacto vasco, con la excusa de luchar contra ETA, lo que realmente hace "es un frente común contra cualquier alternativa política dejando al descubierto una cada vez mayor desconexión entre las cúpulas de los partidos firmantes y la sociedad".