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14 salas para honrar al 'amado líder'

El culto personal que envuelve al líder rumano no se supera en casi ningún país del mundo, excepto quizá en Corea del Norte, con Kim Il Sung. Un ejemplo de la importancia que se da Nicolae Ceaucescu son las interminables vitrinas repletas de miles de regalos, desde artículos de oro (con un precio incalculable), hasta souvenirs sin valor, obsequiados a Ceaucescu durante sus numerosos viajes al extranjero, que se exponen permanentemente en las 14 habitaciones del Museo de Historia de Bucarest en homenaje al amado líder de Rumanía.Los escolares que visitan la estrafalaria exposición pueden comprobar por ellos mismos que Nicolae Ceaucescu es un ciudadano honorario de Disneylandia, cuyo diploma, enmarcado en oro, está colgado en la sección de EE UU como recuerdo de su viaje a este país en 1970. En la galería de arte Calea Victoriei, donde se apagan las luces en las salas que queden vacías temporalmente, existen tres cuadros colgados en una sala de honor: un Rembrandt, un Greco y un enorme retrato de Nicolae y Elena Ceaucescu, con un campo ondulado y máquinas trilladoras como fondo.

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Una Rumanía que se desvanece

Los periódicos rumanos parecen álbumes familiares. El diario Informatia, de ocho páginas, contiene, en un día normal del mes de noviembre, seis fotos de Ceaucescu. Se menciona a Ceaucescu 48 veces, y a su mujer, 21. El hombre de la calle solamente lee las dos últimas páginas, que contienen la sección de deportes y otros temas livianos, y, hace caso omiso de la propaganda política. La televisión rumana comienza su transmisión a las siete de la tarde. Desde el 1 de noviembre, las horas de televisión se han incrementado de dos a tres; sin embargo, no ha sido motivo de júbilo para los 22 millones de espectadores rumanos: los programas son casi siempre los mismos; las noticias predominantes tratan de lo que han hecho y dicho Ceaucescu y su mujer, seguido por el programa Canta Rumanía, el país rinde tributo a su amado líder, en el que coros procedentes de todo el país cantan en homenaje al presidente; a continuación hay un aburrido documental sobre el progreso industrial o agrícola durante la época dorada de Ceaucescu.

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