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La atleta se sometió a varias pruebas para aclarar su caso

María José Martín después de los controles de sexo que le fueron practicados en Kobe (Japón) durante la Universiada de 1986, en los que se apreció la existencia de un cromosoma XY, se sometió a un nuevo control, esta vez en Madrid. La Federación Española de Atletismo, en su afán de aclarar la situación, procedió a contrastar los análisis de Japón con unos nuevos realizados en la Fundación Jiménez Díaz, que coincidieron con los primitivos de Kobe.Tras la descalificación federativa, como consecuencia del resultado de este segundo análisis, María José se ha sometido a varios reconocimientos médicos, por voluntad propia y para aclarar su situación, como el que le practicó el doctor Charro, jefe de Medicina Interna del Hospital Clínico de Madrid, en el que se ase uraba que la alteración cromosómica de origen genético que presentaba no le proporcionaba ninguna ventaja física ni muscular.

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María José, nada más conocer los resultados de este segundo control, se puso en manos del doctor Alejandro Domingo para empezar una serie de exámenes médicos exhaustivos. Estos estudios, que incluían una laparoscopia, han sido suficientes para convencer a los miembros de la comisión cientifico médica de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) para aconsejar su recalificación, y lo más importante, revisar el procedimiento actual de controles de sexo. El caso de la atleta española puede hacer variar a partir de ahora todos los controles de sexo que se realizan en el deporte mundial.

Entrenamientos

Durante este tiempo de inactividad forzosa; María José Martínez Patiño ha estado entrenando donde ha podido, puesto que tenía prohibida la entrada a las instalaciones que dependen de la Residencia Blume, de donde había sido expulsada. Además, la presión de tipo emocional a la que estaba sometida no era la situación más propicia para entrenarse. Un esfuerzo de calidad requiere cierto equilibrio y la ausencia de tensiones. El entrenamiento necesita también la motivación de la competición, y enfrentarse a la dureza de las series diarias es prácticamente imposible sin una planificación dirigida a la competición.

Hace cinco meses, cuando Pati vislumbró la posibilidad de una recalificación, comenzó a entrenarse con cierta seriedad, y a pesar de la tremenda ilusión que muestra por su vuelta a las pistas y a la competición, los dos años de ausencia se van a notar.

María José Martínez Patiño es una competidora nata, y su meta a corto plazo es entrenarse a pleno rendimiento para volver a estar cuanto antes a la cabeza del ranking femenino en las pruebas de vallas. Para eso, sólo necesita que llegue a la federación española la resolución definitiva de la IAAF en su favor, un trámite burocrático tras su recalificación en la reunión científico-médica celebrada en los pasados Juegos Olímpicos de Seúl.

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