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Un ex ministro del Interior soviético, acusado 'post mortem' de aceptar sobornos

Pilar Bonet

Nikolai Schelokov, ex ministro del Interior de la URSS e íntimo amigo del fallecido Leonid Breznev, fue acusado ayer, post mortem, de haber aceptado a lo largo de 10 años (de 1970 a 1979) sobornos en dinero, joyas y regalos entregados por Jaidar Yajiaev, el ex ministro del Interior de Uzbekistán. Vajiaev es uno de los nueve altos funcionarios policiales juzgados actualmente por la cámara militar del Tribunal Supremo de la URSS en Moscú, entre los que se encuentra el yerno de Breznev, Vuri Churbanov, ex primer viceministro del Interior de la URSS.

El juicio, que comenzó el lunes y puede durar hasta tres meses, continuó ayer la lectura del acta de acusación.La figura de Schelokov, que según la Prensa soviética se suicidó de un tiro el 13 de diciembre de 1984, es mencionada en el acta de acusación contra Jaidar Yajiaev, quien habría entregado a su superior casi 106.000 rublos de sobornos (más de 21 millones de pesetas) además de valiosos regalos. En septiembre de 1985, Yajiaev declaró haber entregado frutas, bebidas, joyas de oro, piedras preciosas y relojes a Schelokov.

Schelokov, que murió a los 73 años, había sido compañero de estudios de Breznev en Dnepropetrovsk (Ucrania) en los años treinta, y tras haber seguido a éste a Moldavia, desempeñó el puesto de ministro del Interior entre 1966 y 1982, siendo cesado apenas un mes después de que Yuri Andropov sucediera a Breznev. Durante un tiempo fue inspector en el Ministerio de Defensa, pero en noviembre de 1984 fue degradado públicamente por abuso de su cargo y calificado de descrédito para el Ejército.

A principios de los ochenta, Schelokov y Churbanov, número uno y número dos en el Ministerio del Interior, se enfrentaron en una lucha por las esferas de influencia, según revelaba recientemente el periódico Pravda, órgano oficial del partido. La pugna, aseguraba el periódico, se saldó con la victoria de Churbanov tras expresarse a todos los niveles de la estructura policial.

'La hiena'

Yajiaev era considerado como uno de los hombres de Schelokov, en tanto que Ergashev, sucesor de Yajiaev al frente del Ministerio del Interior de Uzbekistán, era un hombre de Churbanov. Ergashev, apodado la hiena, se suicidó al principio de las investigaciones. Éstas fueron dirigidas por el juez de instrucción Telman Gdlian. El juicio iniciado el lunes en Moscú se ha convertido en un símbolo de la condena del mandato de Leonid Breznev (1964-1982). Andrei Makarov, el abogado defensor de Churbanov, se manifestó ayer en contra de la politización del proceso. Observadores políticos en Moscú advierten en la actual clase política soviética dos tendencias distintas en la evaluación de la época de Breznev. Una de ellas cree que es necesaria la cirugía radical en el sistema soviético, y otra opina que deben dejarse a salvo elementos que aseguren la continuidad del sistema. Los juicios de los ciudadanos de a pie, que se paran y discuten apasionadamente ante la sede del Tribunal Supremo de la URSS, son, por lo que pudo oír esta corresponsal, despiadados respecto a quienes hoy se sientan en el banquillo. Por lo general, son también escépticos respecto al presente y el futuro. "Dios mío, Dios mío, cuántos bandidos hemos tenido que aguantar. Y lo que aguantaremos todavía", manifestaba vivaracha ancianita rusa. "A Jruschov no me lo toque usted, abuela", le decía un hombre maduro que aseguraba haber sido policía.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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