Julio Iglesias
cobrará de Zirconio, empresa que patrocina su gira veraniega por España, la cantidad en metálico de 670 millones de pesetas. Además, esta compañía de pavimentos y revestimientos cerámicos de Villarreal (Castellón) sufragará los gastos de publicidad de los tres conciertos objeto del contrato entre ambas partes, a celebrar en Madrid, Sevilla y Barcelona. En estos conciertos, el cantante se hace cargo de sus gastos personales y los de su equipo; para ello, Julio Iglesias cuenta en su haber con el importe de la taquilla. El más polémico divo en España de la canción popular -el resto del mundo lo reconoce sin problemas y le concede condecoraciones- ha pedido que en los tres grandes afaros de las ciudades precitadas el abanico de precios de las entradas sea amplio, al alcance de todas las posibilidades. Zirconio, por su lado, parece considerarse compensada por los resultados publicitarios que supone un emblema-venda-val como Iglesias. Cuestión aparte son las diversas apariciones en España ya previstas por el cantante, como el recital privado con el que arrancó semanas atrás en el hotel Torrequebrada, en Benalmádena (Málaga), por el que parece seguro que cobró 55 millones de pesetas. Pero estas cifras no le compensan "en absoluto". Descontados gastos e impuestos, el saldo a embolsar equivale a un solo concierto en Estados Unidos.
