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Venezuela solicitará una tercera renegociación de su deuda externa

El Gobierno de Jaime Lusinchi está a las puertas de solicitar a los acreedores internacionales la modificación del pago de su deuda externa, invocando la cláusula de contingencia inscrita en el convenio de refinanciación del año pasado. La posibilidad de ir a una tercera reestructuración de los pagos basándose en la cláusula de contingencia fue la recomendación que hizo el partido gobernante, Acción Democrática, y su candidato presidencial, Carlos Andrés Pérez, al equipo económico del presidente Lusinchi en una reunión secreta celebrada este fin de semana.

Después de analizar las conveniencias y desventajas de las diversas propuestas que han surgido hasta ahora, como la renegociación inmediata y la moratoria unilateral de la deuda, la reunión partido-candidato-Gobierno llegó a la conclusión de que lo mejor era apelar a la figura de la contingencia contemplada en el acuerdo de reestructuración firmado en septiembre de 1987.El empeoramiento de la situación económica, la disminución de la reserva internacional, el déficit en la balanza de pagos, la falta de dinero fresco prometido por la banca, escasez de divisas y la incertidumbre de los precios petroleros están preocupando al partido gobernante y a su candidato socialdemócrata, Carlos Andrés Pérez, porque si se agudiza la crisis en los próximos meses puede peligrar su triunfo en las elecciones de diciembre.

Pero las dificultades no las acaba de descubrir el partido gobernante, que finalmente comenzó a presionar al Gobierno para que tome una decisión porque prefiere ahorrarse el descontento popular que le restaría votos a Pérez. Unas semanas antes voceros de la oposición alertaron sobre el empeoramiento de la situación económico-financiera y la necesidad de hacer algo para evitar en este año electoral el pago de casi 5.000 millones de dólares, casi el 50%,del ingreso de divisas.

Palabra de honor

No obstante, la posición del presidente Lusinchi se ha afincado en su palabra de honor de pagar la deuda, pase lo que pase. Y ahora resulta que la situación ha cambiado y no puede honrar las obligaciones sin comprometer el triunfo del candidato oficialista. Su problema radica en encontrar la forma honrosa de cómo apoyar la propuesta del partido y de Pérez sin faltar al compromiso adquirido con la banca internacional.El partido gobernante ha considerado inconveniente políticamente la fórmula de la moratoria unilateral porque suspender el pago de los intereses de la deuda en circunstancia electoral traería consecuencias peores. Sin embargo, piensa que recurriendo a la cláusula de contingencia que permite la modificación de los términos financieros en caso de una caída de los ingresos de divisas, ajena a la voluntad del país, es la mejor de las salidas porque de hecho está admitida por los acreedores en el acuerdo suscrito.

A tal efecto, la salida al problema del pago de la deuda externa venezolana estaría dentro del marco legal y la banca internacional no tendría obsesiones de sentarse a negociar nuevamente los términos financieros del acuerdo de reestructuración. El amparo legal evitaría supuestas represalias y mostraría cierta flexibilidad de la banca y comprensión ante las dificultades de Venezuela para cumplir con los pagos convenidos en otras circunstancias.

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