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"Queremos vivir con los abuelitos"

Tres niños, huérfanos de madre, apelan a periodistas y vecinos para evitar irse con su padre

"Hola. Soy Esther, la hija de Nieves, la modista. Quiero que me escuchen. Tenemos un grave problema, que para nosotros es de vida o muerte". Este mensaje, transmitido por la ilegal Radio Fortuna, convocó ante la casa de los hermanos Tenza Pérez, en Macisvenda, a centenares de vecinos de esta pedanía murciana que impidieron con su presencia que la Guardia Civil sacara de la residencia de sus abuelos a Esther, de 14 años, y a sus hermanos Antonio y Javier, de 11 y 5, para trasladarles a Alicante, al domicilio de su padre, con el que no quieren vivir.

El mandato judicial no pudo cumplirse. Esta situación se produjo el lunes, porque los pequeños, huérfanos de madre, se niegan a abandonar su actual vivienda. "Queremos quedarnos con los abuelitos, que nos han mantenido y nos han dado todo su cariño", afirma Esther. Los vecinos impidieron su marcha el lunes y ayer volvió la calma a las calles del pueblo, pero no a la casa donde viven los niños, que se ha convertido casi en una fortaleza, en la que no se abre la puerta al visitante a menos que se identifique. "Hoy [por ayer] estamos tranquilos, porque es fiesta en Cieza (ciudad donde se encuentra el juzgado que entiende del caso); pero no sabemos qué ocurrirá mañana", explica Esther, que ha agudizado su ingenio para evitar la marcha. Con un gran don de palabra explica los argumentos que esgrimen para permanecer junto a los abuelos, al igual que ha recurrido, mediante escritos, y apelado a sus sentimientos, al juez, Defensor del Pueblo y diputados regionales.

Manipulación y mala fe

Ramón Tenza, padre de los niños, señala que los pequeños están siendo manipulados por gente de mala fe". Las dos partes implicadas en el conflicto presentan versiones contradictorias sobre los motivos de la marcha de Tenza, en septiembre del año pasado, de la casa de sus suegros, en la que residía junto a sus hijos desde que murió su esposa, hace ya tres años.Esther cuenta, a la vez que sus abuelos -Cecilio Pérez y Fuensanta Rocamora, ambos de 67 años- asienten cuando escuchan el relato, que el padre había decidido llevarse a sus hijos a Alicante para que continuaran sus estudios allí. La chica debía haber comenzado primero de BUP, pero, dice: "Yo me enteré de que no me había hecho la matrícula, como nos había dicho". La abuela continúa: "Un día se presentó en casa, donde siempre se le ha cuidado como a un hijo, y no sabemos por qué se puso a insultarnos a su hija y a mí y le pegó a mi marido. Se llevó ropa de casa, mantas y sábanas, y dejó de vivir aquí".

Frente a esta versión, Ramón señala "Todos estaban conformes con ir a Alicante, porque mi suegra también se venía; pero un día me contó que ya estaba muy mayor y que no se marcharía, a lo que contesté que buscaría una señora para que cuidara de los niños". A continuación, según Ramón Tenza, fue el abuelo el que lo agredió a él, y añade: "Por eso decidí denunciarlo. Cambiaron todas las cerraduras y los niños permanecieron en el interior de la casa encerrados más de 60 días y, por recomendación de la Guardia Civil, decidí no insistir hasta que no resolviera la justicia". Tenza ha presentado una denuncia contra la emisora de radio por transmitir el mensaje de su hija y anunció otra contra el párroco, "que permitió que se tocaran las campanas para que acudieran los vecinos", y eso, dice, son alteraciones de orden público.

Asegura que sus hijos han gozado de su "cariño y aprecio", en respuesta a las afirmaciones de éstos, que señalan que no se ha preocupado de ellos. La mayor es la que lleva la voz cantante, ante la mirada de sus hermanos pequeños.

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