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Parretti será citado por la juez para prestar declaración en Barcelona

Andreu Missé

El financiero italiano Giancarlo Parretti será citado a declarar por el Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona en relación con la querella criminal, admitida a trámite, interpuesta por su antiguo socio, el broker Nino Leonardo, Sanna. El querellante acusa a Parretti de los presuntos delitos de apropiación indebida y estafa, por los que reclama unos 700 millones de pesetas.

La juez Carmen Figueras, titular del juzgado que instruye las diligencias, ha aceptado todas las pruebas solicitadas por el querellante, excepto la pericial que se realizará en el momento que considere oportuno y por los peritos que designe, según fuentes jurídicas. Entre las pruebas aceptadas, además de las numerosas documentales propuestas, destaca la petición de que le sea tomada declaración a Giancarlo Parretti y a otras personas en calidad de testigos.Los hechos que han motivado la querella derivan del presunto incumplimiento de las obligaciones que contrajo Parreti a raíz del nombramiento de Sanna como representante suyo en España de Interpart-holding, con sede en Luxemburgo. Al parecer, Nino Leonardo Sanna efectuó varias operaciones financieras como representante de Interpart, que luego no fueron ratificadas por esta sociedad.

En concreto, el presunto delito de estafa se cometió al no efectuarse una ampliación de capital de 1.000 millones de pesetas en la sociedad Interpart Spain SA, a pesar de existir un acuerdo del consejo sobre ello. Con estos fondos se debían efectuar parte de las adquisiciones comprometidas por Sanna, y que no llegaron a materializarse por falta de recursos causando un perjuicio al querellante. Entre las operaciones en que intervino Sanna se cita la compra por Interpart del grupo Meliá al Banco Español de Crédito por 7.500 millones de pesetas y de Renta Inmobiliaria al Fondo de Garantía de Depósitos y Establecimientos Bancarios por12.200 millones de pesetas, según fuentes jurídicas. No obstante, Luis Peña, secretario particular y hombre de confianza de Parreti en España, ha manifestado a este periódico que en la adquisición del grupohotelero Meliá sólo intervino él y que además no cobró comisión alguna por su gestión.

Interpart Spain fue el nuevo nombre que adoptó la sociedad Sapromec en julio de 1986 cuando Sanna era su presidente. A su vez Sapromec fue la denominación que adoptó la sociedad originaria Humustri constituida unos meses antes dedicada a la administración y compraventa de inmuebles y valores. El capital social de esta compañía fue siempre de 15.000 pesetas, a pesar de sus reiterados cambios de nombre, la ampliación de su objetivo social y el cambio de consejeros en tan poco tiempo.

En septiembre de 1986 fue nombrado presidente de Interpart Spain Luciano Rotondi, ex director de la Banca Nazionale del Lavoro, que sustituyó al empresario andorrano Antonio Comellá. En la misma fecha Giancarlo Parreti fue nombrado vicepresidente.

Otras demandas civiles

El querellante señala que en el caso del presunto delito de estafa -se aplica en las actuaciones con engaño y el propósito de inducir error a otra persona que le ocasionen un perjuicio patrimonial- se aprecia la agravante específica muy cualificada número 7 del artículo 529 del código Penal, que se aplica en los supuestos cuando revistiere especial gravedad atendido el valor de la defraudación". En caso de apreciarse esta circunstancia la petición fiscal podría ser la de prisión menor que prevé penas de privación de libertad de seis meses y un día a seis años.En relación al presunto delito de apropiación indebida, el querellante señala que Parretti se quedó presuntamente títulos de Interpart holding que poseía Sanna, quien se los había dejado en depósito.

Paralelamente a las reclamaciones por vía penal, Nino Leonardo Sanna prevé la interposición de varias demandas civiles para exigir el pago de comisiones por su intervención en las citadas operaciones. La reclamación de las comisiones suele ser una petición compleja ya que según los pactos estipulados en determinados contratos pueden percibirse tanto por la actuación directa como indirecta en la concertación de determinados negocios.

Parretti, por su parte, ayer hizo pública una nota en la que señala que ha tenido conocimiento de esta querrella a través de la Prensa y que desconoce los hechos en los que aquélla se sustenta, "aunque en cualquier caso las relaciones mantenidas con el señor Sanna corresponden al ámbito de actividades mercantiles normales y pertenecen, por consiguiente, a este único y exclusivo campo". La nota afirma que la utilización de la vía penal responde al propósito de "intimidar al querellado", por la previsible resonancia informativa que esta clase de inadecuadas acciones conllevan para el crédito de los afectados" y expresa su seguridad de que se reconozca la recta conducta de Parretti.

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