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La derrota del candidato oficialista en Ecuador, una 'bofetada' para el presidente Febres

JOSÉ COMAS ENVIADO ESPECIAL, El candidato de Izquierda Democrática, el abogado socialdemócrata de 52 años Rodrigo Borja, con algo más del 20% de votos, y el del Partido Roldosista Ecuatoriano, el abogado populista Abdalá Bucaram, de 35 años, con un 15%, quedaron en cabeza en los comicios presidenciales M pasado domingo en Ecuador, según resultados aún no definitivos, y competirán por la jefatura del Estado en una segunda vuelta, el 8 de mayo. En tercera posición quedó, con un 12,5% de votos, el arquitecto socialcristiano Sixto Durán, de 66 años, a quien apoyaba el presidente León Febres Cordero, para quien los resultados son una auténtica bofetada.

El ex general Frank Vargas Pazzos, de 53 años, con el apoyo de grupos y partidos de izquierda, casi llegó al 11 % de votos, a pesar de no haber aparecido casi nunca en la propaganda televisada. El quinto puesto lo consiguió el democristiano Jamil Mahuad de 38 años, que tuvo un 9,5%, de votos. Estos resultados no son oficiales. Todavía no ha concluido el escrutinio, pero no se esperan cambios decisivos.El resultado es ante todo una bofetada al presidente Febres y tiene el carácter de, un plesbiscito contra la política del Gobierno. El segundo puesto de Bucaram es una sorpresa, algo habitual en Ecuador, y la demostración de que el populismo, con un discurso caótico y un caudillo que parece arrancado de una novela del realismo mágico, todavía tiene fuerza en el país.

En el mejor de los casos, la presencia de Bucaram en la lucha por la presidencia es la garantía de una segunda vuelta llena de color. La hipótesis más negativa sería la eventual desestabilización en Ecuador.

Resulta difícil predecir qué hará Febres hasta el 10 de agosto, fecha de la entrega del poder, para ponérselo difícil a Borja. Más imprevisible todavía es Bucaram, a quien las fuerzas armadas acusaron de difamación y hace escasos meses decía que "las botas militares y bayonetas se encuentran al servicio de las clases oligarcas".

Una bolsa de infarto

El mismo domingo electoral, Bucaram salió a la carrera en Guayaquil tras un individuo, que, según el candidato presidencial, había tratado de atentar contra su vida. El fugitivo se refugió en un local de la Cruz Roja. Allí Bucaram, según testigos, abofeteó a una persona que trató de impedirle el paso. El supuesto autor del atentado no llevaba una pístola, sino una bolsa de papel con un pollo asado y tuvo que ser atendido de amago de infarto.

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El candidato gubernamental, Sixto Durán, hizo gala de su caballerosidad hasta el final. A las nueve de la noche del domingo (tres de la madrugada del lunes en España), salió de Quito en avioneta a Guayaquil para agradecer al electorado el buen resultado obtenido en la ciudad portuaria. Todavía Durán iba segundo, según los primeros cómputos electorales. En las horas siguientes los resultados dieron un vuelco y Bucaram le rebasó. Apenas pasada la medianoche, Durán reconoció su derrota y confirmó su retirada de la política. Se lamentó de que en la decisión de los electores haya pesado más la impopularidad del actual Gobierno que el reconocimiento a sus 40 años de trabajo en la política, que calificó de honesto y eficaz. Le dolió especialmente el rechazo de los ciudadanos de Quito, de donde fue alcalde.

Borja se mostró confiado de llegar a la presidencia en la segunda vuelta y dijo que no le preocupaba el rival, cuando todavía no estaba decidido si sería Durán o Bucaram. "Asumiremos ante el pueblo la enorme responsabilidad de sacar a Ecuador del estancamiento, mejorar el nivel de vida de la gente pobre y de las capas medias, que son las que más han sufrido en estos últimos años el impacto de los problemas económicos", dijo.

Bucaram. acusó a Borja de ser el candidato "de las transnacionales políticas y de los cheques millonarios" y aseguró que en el debate cara a cara en la segunda vuelta demostrará que su rival es un chantajista. "Rodrigo tendrá que enfrentarme, tendrá que demostrarme si es o no es un chantajista, si es verdad o no es verdad que me propuso una vicepresidencia a cambio de mi regreso a este país", dijo.

"Estamos demostrando", añadió, "que [Borja] tiene un techo y Abdalá Bucaram no tiene techo. El pueblo tiene que ir con la fuerza de los pobres, de lo moral, y Borja va a tener que enfrentarse conmigo y ahí vamos a ver quién es más capaz y quién tiene las condiciones aristotélicas de serenidad, justicia y fortaleza para gobernar el Ecuador".

Abdalá, la fuerza de los pobres

J. C. Abdalá Bucaram, de 35 años, el hombre de bigotito hitleriano que consiguió más de medio millón de votos y el segundo puesto en la elección presidencial de Ecuador, es el caudillo populista de Guayaquil; hombre de la costa, donde arrastra a las masas de marginados con su discurso desgarrado y antioligarca: "Votar por mí será como tirar excremento en el Club la Unión" (el local selecto de Guayaquil), y "la fuerza de los pobres (su eslogan electoral) equivale a rayar un Mercedes Benz o romper en mil pedazos un fino vaso de porcelana".

Hermano de Martha Roldós, que murió en un extraño accidente aéreo que costó también la vida al presidente Jaime Roldós en 1981, y de Elsa, la nueva alcaldesa de Guayaquil, quien en una ocasión señaló su pecho con el grito de "aquí nunca puso las manos la oligarquía", Bucaram fue también alcalde de la ciudad. En 1985 tuvo que exiliarse a Panamá, acusado por las Fuerzas Armadas de difamación, y por un tribunal, de malversación de fondos. En Panamá le metieron droga en el coche y fue encarcelado, acusado de narcotráfico. Del exilio regresó en agosto, y en cinco meses ha forjado un gran resultado electoral.

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