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Varios bomberos declaran que hubo derrumbes previos al hundimiento de Almacenes Arias

Varios bomberos declararon ante la comisión de seguridad que se produjeron derrumbamientos previos antes de que se hundieran seis de las ocho plantas de Almacenes Arias, bajo cuyos escombros murieron sepultados 10 bomberos. Algunos de ellos afirmaron haber informado a sus jefes de lo que estaba pasando. José Pascual, ex jefe de bomberos, afirmó a este respecto que ningu no de los mandos avisó en ningún momento de la existencia de peligro.

Las versiones sobre derrumbamientos previos no se produjeron hasta el 15 de octubre, día en que la comisión pensaba terminar sus trabajos. La intervención de los representantes sindicales, que fueron recibidos conjuntamente, y su petición de que se convocara a todo el que tuviera alguna información sobre el tema dio un brusco giro a la investigación.Marcelino Sierra, representante de Comisiones Obreras, manifestó en la comisión: "La conclusión que sacamos tras hablar con muchos de los que intervinieron en la extinción del incendio fue que 'parece ser que todo el mundo sabía que aquéHo se iba a hundir".

Lucio Martín, bombero que llegó a la calle Montera a las ocho de la tarde, declaró: "No llevaba allí [en la quinta planta] ni dos minutos cuando sentí como un temblor y fue como un terremoto. Sentí unos golpes tremendos encima de mí, en la escalera mecánica que tenía encima de mi cabeza".

"Tanto era que yo creí que se me caía encima. Entonces miré para arriba, solté el surtidor y agarrándome al pasamanos de goma que tienen las escaleras mecánicas fui para abajo lo más deprisa que pude". Según Martín, esto ocurrió como muy tarde a las 23 horas, tres horas y media antes de que se produjera el derrumbamiento total.

Martín explicó además que se resguardó bajo la puerta de comunicación de ambos edificios y vio "como un palo". "Pensé que era un patio porque miré para arriba y veía el cielo, pero enseguida me dí cuenta que había vigas colgando y es que se había hundido una parte de la medianería del 29 con la del 31."

Martín aseguró haber dicho al oficial Eugenio Amores que en el edificio nuevo había visto grietas en los forjados del techo de la quinta planta. Por último, se refirió a que un compañero suyo, Jesús Martínez, había informado a un oficial llamado Deglané, desde la escala aérea tendida en la fachada, sobre la una o una y media de la madrugada que "eso estaba muy mal y que las vigas tenían un cercheo tremendo".

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El oficial Luis Deglané, en su comparecencia del 1 de octubre dijo haber visto unas "jácenas [vigas maestras] flexadas, algunas completamente" pero no pudo precisar si había sido antes o después del derrumbamiento.

A partir del día 22 de octubre comenzaron las declaraciones voluntarias. La dotación con la que acudió Emilio Jiménez abandonó el lugar del siniestro sobre la 1.30 o 1.40. Jiménez describió así la situación antes de dejar el inmueble: "Ruidos había muchos, y de rrumbamientos, porque de hecho estando dentro a lo mejor estabas en unas sala y oías por allí que ( ... ) se derrumbaba algo, pero no te imaginas si es el suelo, son estanterías, es el techo o qué es". Otro bombero que se apellida Rayón afirmó que sobre las 12 de la noche se oyó "un ruido inmenso".

El cabo de bomberos Emeterio García estuvo presente en el derrumbamiento del edificio del número 29. García afirnía que, unas cuatro horas antes del siniestro, se vino abajo parte del forjado del quinto piso. "Salimos corriendo por las escaleras para abajo". García comunicó el hecho al oficial Rafael Vega y éste dijo que no volvieran a entrar. Posteriormente subió a la terraza del hotel Montesol (Montera 27) y vió la armadura del tejado caída.

García afirma asimismo que cuando trabajaba desde la primera planta del número 29 para atajar el fuego del 31 tuvieron "un derrumbamiento de la mediane a del 3l" Instantes después Emeterio García preguntó al oficial Amando Juárez, fallecido en el siniestro: "Señor Juárez estamos bien aquí?". El cabo recibió la siguiente contestación: "Terín, tranquilo, que no pasa nada". El cabo añade que, cuando abandonaba el número 29, Juárez le ordenó entrar en la planta baja del número 31. "Me metí dentro, muy dentro", afirma. "Fue el momento en que Madueño y yo vimos que los soportes y las vigas maestras de la medianería del 29 estaban torcidas". "Vámonos de aquí", increpó García a un compañero. Ambos salieron y García le dijo a su compañero, el cabo Madueño, que comunicara al oficial Juárez la situación de las vigas del 29. García descansó unos instantes y se disponía a volver al número 29 cuando se produjo el de rrumbamiento. Se salvó por cuestión de segundos. Madueño murió. Otras cuatro versio nes al menos de las recogidas por la comisión corroboran que hubo derrumbes previos.

José Pascual, ex jefe de bomberos, declaró sin embargo cuando le fue preguntado por estos derrumbes previos: "Un derrumbamiento produce ull estruendo, un ruido y no hubo tal estruendo ni tal ruido. Por otra parte había suficiente cantidad de personas dentro como para poderlo señalar". "Los mandos, que son los que dingen el siniestro, los oficiales que también estaban en el interior y que de haberse producido lo hubieran visto, lo hubieran aviisado y ellos mismos hubieran dados las órdenes oportunas para no situarse o no permaríecer en la zona derrumbada".

Nota del Ayuntamiento

El equipo de gobierno hizo pública ayer una nota de repulsa "hacia quien haya filtrado sesgadamente la documentación elaborada en la comisión, cuyos datos están bajo la custodia de los servicios municipales", y en la que afirma que los servicios munici, ales actuaron con la coordinación debida, lo que se desprende de los testimonios "más autorizados" contenidos en las actas.

Testimonios que se contradicen

El ex jefe de bomberos, José Pascual, reiteró en sus dos comparecencias ante la comisión de seguridad que reconoció el interior de los dos edificios siniestrados antes de que se produjeran los derrumbamientos. Esta versión contrasta con las declaraciones de los bomberos, que afirman no haberle visto en ningún momento dentro de los números 29 y 31 de la calle de la Montera.Marcelino Sierra, bombero y miembro de Comisiones Obreras, afirmó ante la comisión que "ningún bombero, ningún conductor, ningún mando intermedio de los que se relaciona con nosotros, que son un 95%. de los mandos intermedios, ha visto al señor Pascual dentro del edificio".

En su última declaración, el 28 de octubre, Pascual afirmó que estuvo reconociendo "el interior del edificio y todos los edificios de alrededor". A la pregunta de si fue acompañado por alguien, el ex jefe respondió: "Lo hice solo. En parte lo hice solo y en parte acompañado de otra persona". Luego precisó que le acompañaron el jefe del departamento de Protección Civil, José Miguel Gastón, y "alguno de los oficiales o algún bombero que no recuerdo su nombre".

Todos los bomberos que declararon ante la comisión afirmaron haber visto a Pascual en los alrededores de Almacenes Arias, pero nunca dentro. El único que declaró haber estado con Pascual fie Ramón García Sánchez, pero esto ocurrió en el número .33 de la calle de la Montera, avexo al de Almacenes Arias.

El conductor Pedro Martínez afirmó: "Le vi pasear por arriba y por abajo, muy nervioso y, bueno, pues a m¡ modo de ver no en el papel que debía desempeñar, puesto que allí estaban tomando decisiones incluso los conductores".

El bombero Emeterio García respondió así a la pregurita que se hacía a todos: "No, desgraciadamente no le vi".

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