Ya no hay trasatlánticos
A sus 59 años, Stephen Marlowe se las tiene que ingeniar para cruzar el Atlántico otra vez en barco, pues ya no hay casi transatlánticos de línea, y de momento ha descubierto que ciertos cargos franceses admiten hasta cinco pasajeros. Hasta ahora ha cruzado el mar 30 veces. "Creo que quienes atraviesan el océano en avión se engañan a sí mismos", dice, "pues desde el aire no se captan las dimensiones de la Tierra".Quizá la mejor manera de contar las ansias de viaje de este hombre de apariencia joven es precisar que él considera las Memorias de Cristóbal Colón como la más biográfica de sus once novelas. "Más o menos cada dos o tres meses", cuenta Ann, su mujer, " miro sus ojos y comienzo a hacer las maletas". Apenas ahora, con el éxito, Marlowe ha aceptado que comprar una casa en La Herradura, Granada, no pone en peligro la primera obligación que se impuso, y que es la independencia. En La Herradura, el lugar del mundo donde se siente más a gusto, los Marlowe consiguen pasar hasta cuatro meses al año.
