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Uwe Barsehel fue asesinado, según su hermano

La misteriosa muerte del ex presidente del Estado de Schleswig-Holstein (RFA), Uwe Barschel, cuyo cadáver fue hallado el domingo en la habitación de un hotel de Ginebra, lejos de aclararse, planteó ayer nuevos interrogantes. Su hermano, Eike Barschel, se declaró convencido de que había sido asesinado para evitar que expusiera las pruebas que demostraban que las acusaciones vertidas contra él formaban parte de un compló político. La policía suiza, sin embargo, frente a la hipótesis del suicidio, dada por cierta en la RFA como el colofón lógico del escándalo en que estaba inmerso, cree en una muerte fortuita.

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El escándalo afecta la credibilidad de la clase política

El hallazgo del cadáver en la bañera de una habitación del hotel Beau Rivage en la orilla del lago Leman, y nuevos datos sobre actividades "mafiosas" en la escena política de Schleswig-Holstein han hecho de lo que parecía un vulgar caso de corruptelas, un escándalo político y criminal de primer orden. Una carta anónima enviada a Barschel hace dos semanas, vincula a sus acusadores con el Partido Socialdemócrata, (SPD) y los servicios secretos de Alemania oriental y Polonia.La familia rechaza la versión del suicidio. Eike Barschel calificó de "ridícula" la versión policial, según la cual el político cayó, víctima de un ataque cardíaco, vestido a la bañera y quedó tendido de espaldas. La policía tardará aún dias en determinar as causas exactas y ha asegurado que "se investigarán todas las posibilidades".

Enfermo del corazón

Barschel fue encontrado muerto en la bañera llena de agua, con los pies colgando hacia fuera. Se hallaba vestido. Tan sólo le faltaban los zapatos. En Bonn, la hipótesis del ataque cardíaco ha sido recibida con reservas e incredulidad. No es imposible que cayera muerto en la bañera llena al ser víctima del ataque cuando se disponía a bañarse. Barschel tenía un corazón débil, según su médico, y su salud había sufrido gravemente con el accidente de aviación del que salió ileso el pasado 31 de mayo y la gravísima presión psíquica de las últimas semanas. Según los forenses, no murió ahogado y no mostraba señal alguna de violencia.Para algunos observadores en Bonn, no obstante, la serie de casualidades de la muerte fortuita, un día antes de su declaración ante la comisión y tras su misterioso contacto en Ginebra es "tan plausible como que tuviera el ataque mientras se bañaba vestido". La clase política y la opinión pública se hallaban ayer aún conmocionadas por el suceso, sin precedentes en la historia de la RFA. El partido de Barschel, la CDU, suspendió una conferencia de prensa en Bonn.

La versión del suicidio era cuestionada ayer ya abiertamente. Lo que en principio se consideró el suicidio de un político acosado por un escándalo que había puesto fin a su brillante carrera, se está convirtiendo en una complejísima trama propia de una novela negra.

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Uwe Barschel tenía que declarar ayer ante la comisión parlamentaria que investiga su implicación en una campaña para desacreditar al candidato socialdemócrata, Bjorn Engholm, con todo tipo de recursos criminales. Éstos van desde la violación del secreto fiscal para acusar a Bjorn Engholm de fraude hasta la observación del líder de la SPD en Schleswig-Holstein en busca de pruebas de su supuesta homosexualidad.

Barschel, que pasó unos dias en la Isla de Gran Canaria, hizo escala en Ginebra el sábado, para encontrarse con un informante que, al parecer, le iba a facilitar pruebas de que había sido víctima de un complot político. Según comunicó a su partido por télex desde Canarias, iba a seguir personalmente "una pista que podría llevar al esclarecimiento total del caso".

El desconocido

Según su hermano, el sábado vió al desconocido y ambos se citaron para esa noche. Según su mujer, Freya, éste se había puesto en contacto con Barschel en dos ocasiones, la última por teléfono en Canarias y dijo apellidarse Rohloff.Freya asegura que estaba muy ilusionado con lograr estas pruebas, una fotografía y documentos, y lleno de optimismo, según le dijo por teléfono. No se sabe si se celebró la segunda cita. Ayer se supo que Barschel recibió el 25 de septiembre una carta anónima, en la que se afirmaba que Reiner Pfeiffer, el miembro de la oficina de prensa de la presidencia en Kiel que denunció la implicación de Barschel en la campaña contra el dirigente socialdemócrata, es miembro de los servicios de información del estado de Bremen, gobernado por el SPD. Según la carta anónima, Pfeiffer realiza trabajos "delicados" para los servicios de información de Bremen y su supuesta ideología cristianodemócrata y su actividad como periodista a sueldo de la. CDU sólo es una fachada para sus actividades reales. La carta sugiere que su secretaria, Jutta Schroeder, que testificó contra él, ha sido observada como posible agente de los servicios secretos de Alemania oriental y Polonia.

En la foto que Barschel iba a recoger en Ginebra se veía a Pfeiffer con dos personas "que nadie puede ni imaginar", según fuentes de la revista Stern.

En Canarias, informa Dolores Campos desde Las Palmas, Barschel se alojó los primeros días en el apartamento que el pianista Justus Franz tiene en el sur de la isla para trasladarse luego trasladarse al bungalow de su amigo Rolf Lechners, multimillonario y propietario del complejo turístico Bahía Feliz. Lechners no le acompañó durante su estancia.

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