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Jan retira su candidatura en la Unesco y abre paso a la reelección de M'Bow

Lluís Bassets

La República Islámica de Pakistán retiró ayer la candidatura de su ministro de Asuntos Exteriores, el general Yakub Jan, a la dirección general de la Unesco, en nombre de la solidaridad entre países africanos y asiáticos, divididos hasta ahora respecto a la persona que debe ocupar la dirección del organismo de las Naciones Unidas. La carta matiza que esta decisión tiene efectos "mientras Amadou Malitar M'Bow, el actual candidato, mantenga su candidatura a la dirección general". La decisión, junto con el súbito apoyo de Francia a M'Bow, fueron calificados por la mayoría de los delegados como un coup de théâtre y significa un vuelco en la correlación de fuerzas existentes hasta ahora.

En las cuentas de los observadores diplomáticos, la retirada de Jan representa que M'Bow tendrá la mayoría en la próxima votación, la tercera que se habrá realizado desde que el Consejo Ejecutivo empezara sus reuniones el pasado martes, gracias a los votos disciplinados de asiáticos y africanos. M'Bow ha obtenido hasta ahora 18 votos en las dos votaciones, mientras que Jan ha obtenido 16 y 12. El ministro paquistaní, según fuentes del grupo de países que le han apoyado hasta el final, se ha sentido profundamente humillado por Francia, cuya consejera Gisèle Halimi dimitió para no votarle y cuyo Gobierno le ha retirado el apoyo para no enemistarse con los países africanos francófonos.La embajadora francesa y nueva consejera, Marie Claude Cabana, se reunió ayer con el primer ministro, Jacques Chi rac, y el equipo de Exteriores para decidir su apoyo a M'Bow, después de las presiones sufridas por parte de los países africanos con los que Francia mantiene unas relaciones privilegiadas. El cambio de posición francesa, el tercero en tres días, ha creado malestar esta vez entre los países más significados del bloque occidental. Alguno de sus representantes comentaba en privado que "Francia, como siempre, juega a la política tercermundista".

El vuelco en la situación abre un nuevo abanico de complejas y rocambolescas posibilidades. Medios próximos a M'Bow sugieren que la reelección inevitable del director general puede ir acompañada de una limitación de su mandato a dos años, que deberán ser de negociación para recomponer la universalidad de la Unesco y reformar a fondo el organismo.

Otros observadores creen que entre la reelección, que puede ser inmediata, y el 7 de noviembre, en que debe presentarse el candidato a la Asamblea General, puede haber una negociación en la que M'Bow acceda a presentar un nuevo candidato de consenso, que podría ser precisamente el candidato español, Federico Mayor Zaragoza. Algunos países occidentales, finalmente, no desesperan de encontrar un candidato de consenso antes de la cuarta votación, después de una tercera votación en la que quisieran evitar que Amadou Mahtar M'Bow obtuviera la mayoría absoluta.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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