Corazón Aquino inicia el reajuste de su Gobierno
La presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, anunció ayer una remodelación parcial de su Gabinete y la aceptación de la dimisión del vicepresidente, Salvador Laurel, como ministro de Asuntos Exteriores. En el mensaje televisado a la nación, Aquino también rechazó las críticas sobre la forma de tratar el problema de la insurgencia comunista, formuladas por Laurel. Según el vicepresidente, "la situación es muy seria y la casa está ardiendo. Si no se ataja este problema de inmediato, podría haber un intento golpista más serio".
Horas antes de la aparición de la presidenta ante las cámaras, Laurel había abandonado con un portazo la reunión que Aquino cerebraba con su Gabinete y en la que decidió el nombramiento del ministro de Obras Públicas, Vicente Jayme, como titular de Finanzas.
Hasta ahora ese puesto lo ocupaba Jaime Ongpin, uno de los asesores de confianza de Aquino, contra los que Laurel lanzó un duro ataque por considerarlos "simpatizantes comunistas". "Si los mantiene en el Gobierno es difícil conformar al Ejército", dijo.
Ésta es la crisis más grave que sufre Aquino en sus 18 meses como presidenta. Los observadores afirman que de no formarse un Gabinete que se entienda mejor con las Fuerzas Armadas puede haber un nuevo golpe de Estado que acabe con el Gobierno civil del archipiélago.
En un intento de calmar los ánimos de los militares, Aquino nombró a Salvador Mison, un ex subjefe del Alto Estado Mayor, como comisario de Aduanas, un puesto no ministerial pero de gran importancia, y al viceministro de Exteriores y general retirado, Manuel Yan, como titular de la cartera en funciones. "El resto de los nombres de los ministros los daré a conocer a lo largo de esta semana", dijo la presidenta.
