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Jesús Gil: "Lo único que no está podrido en el fútbol español es el balón y los jugadores"

El presidente del Atlético, Jesús ,Gil, ha llegado al convencimiento de que "lo único que no está podrido en el fútbol español es el balón y los jugadores". Gil cree: "Las fuerzas que practican el oscurantismo en España son las que están detrás de mí, acosándome todos los días"; considera que una de las grandes vergüenzas del fútbol han sido "las auditorías que se han hecho en algunos clubes como el Atlético" y por ello ha cambiado de empresa auditora: "En unos meses, lo que sea saldrá". Gil consiguió ayer que el Liverpool juegue en el Calderón este mes, aunque el día 23 en vez del previsto 25.

A Gil le han denunciado por presunta evasión de divisas en el fichaje de Futre, han prohibido que el Liverpool juegue en el Calderón un día antes que el Everton en el Bernabéu, le han echado atrás su presupuesto de ingresos... Por todo ello, asegura: "Están queriéndome segar la hierba para cortar mi ascensión aunque a mí ya no hay quien me pare. Pero es penoso lo que está ocurriendo. Son los fantasmas que andan por ahí, que visten de blanco, pero puede haber de más colores, aunque al Atlético ya nadie le va a tomar el pelo. Yo creía que esto del fútbol era más deportivo. Me he encontrado cosas raras, intereses creados, chanchullos alrededor de todo el fútbol... Lo único honesto que hay de verdad es el balón y los jugadores".

De su club, Gil afirma, pese a la guerra que ha abierto en el balonmano con el Barcelona por el yugoslavo Vujovic, que "el fútbol es la vedette, pero a través de esto se pueden generar recursos enormes". Y habla de mejorar el estadio Calderón, de una ciudad deportiva, de fichajes, de entrevistas con el alcalde... "Que no hay que ser un sabio. Yo no juego a los negocios, sino que hago negocios", afirma.

Asambleas manipuladas

Algunos de sus muchos detractores dicen de él que parece un paranoico, un creador de fantasías para papanatas. Y se basan, entre otras cosas, en su léxico: "Es que, vamos a ver, las asambleas del fútbol han estado manipuladas, una vergüenza. Por eso luego se quejan de las aprobaciones de los presupuestos, de las auditorías y de lo demás. Y, si hablar claro es malo, pues yo soy muy malo. Lo de las auditorías es la gran vergüenza del fútbol español, que algunos tratan que perduren y que sigan. No se trata de meterse con el Colegio de Auditores, pero algunas de las que han hecho han sido sólo, digamos, meras censuras de ouentas al servicio de quien las encarga".Por eso, Gil ha encargado otras distintas, tras criticar las últimas realizadas en el Atlético por la empresa Deloitte Haskins and Sells: "Las nuevas auditorías las voy a hacer yo con otra firma y lo que salga saldrá. Pero que sea auditora, porque a lo mejor las que ha habido hasta ahora no lo han sido. Cuando yo llego al Atlético me encuentro con que los auditores justifican todo y todo lo ven correcto y empiezan a decirme que no hay pérdidas en este ejercicio, cuando yo sabía que hay un déficit del año pasado de 280 millones. Y me entero de que los auditores decían, y agárrese, en la del año 1984 que, de seguir esta política económica, en los próximos dos años quedará saneada la economía del club, y en 1985 y 1986 lo mismo".

Así que Gil ha despedido a Deloitte. "Sí, les he despedido porque, además, esto tiene alguna otra implicación, que algun día habrá que hablar claro. Y es que estos auditores también decían algo que es lo más gracioso del mundo. Y es que, cuando llegaban las partidas de Hacienda y Seguridad Social, decían textualmente: 'Dice el gerente del club que estas pérdidas denominadas oficiales no deben ser tenidas en cuenta porque, cuando nos lleven a los tribunales, el gerente garantiza que sus fallos serán siempre favorables al Atlétco de Madrid; por tanto, no se pueden computar como exigibles'. Hay que echarle narices. Claro, yo he hablado con el gerente y le he preguntado si tiene algún poder especial en los juzgados".

Gil también ha descubierto, por fin, la causa de la perpetuación en el cargo del gerente del Atlético, José Julio Carrascosa, capaz de sobrevivir con el Calderón de su primera etapa, con el Cabeza de la primera y la última, el Calderón de la segunda y, ahora, con Gil, la ex bestia negra del Atlético, como se le llamaba cuando era oposición. Gil afirma: "El gerente es trabajador y eso, para mí, cuenta mucho".

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