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Indígenas de Ecuador culpan al Gobierno y a las compañías multinacionales de la matanza de los religiosos

La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Cofenaie) culpó ayer al Gobierno y a las compañías multinacionales de la muerte de los religiosos Alejandro Labaca e Inés Arango a manos de grupos nativos y manifestó su comprensión de los indios, que actúan en defensa de su territorio, acosado por las empresas y la represión gubernamental de su cultura. Labaca Ugarte, misionero español del vicariato de Aguarico, en la Amazonia ecuatoriana, y la monja colombiana Inés Arango, de la Orden de las Hermanas Terciarias, ambos capuchinos, murieron en la noche del pasado martes atravesados por lanzas y flechas, aparentemente confundidos con miembros de empresas multinacionales.

La Cofenaie consideró que estas muertes habían sido "un accidente deplorable, un malentendido" de los indios, que han visto exterminar a muchos miembros de su comunidad y que ahora buscan un sistema de defensa para proteger lo que queda de su territorio.Tres portavoces de esta confederación, cada uno representante de una etnia diferente, acusaron ayer al Gobierno y a las compañías petroleras y agroindustriales de atentar constantemente contra las costumbres, posesiones y, en suma, la cultura del pueblo huaoraní y demás pueblos indígenas. Los tres portavoces inscribieron estos hechos sangrientos en este contexto.

Blanca Chancoso, dirigente quechua, recordó que Labaca e Inés Arango habían sido "religiosos defensores de los pueblos indígenas y denunciantes del acosamiento del que somos objeto". Los religiosos muertos en la noche del martes por las lanzas y flechas del grupo tagairis (pata colorada), según la portavoz, "cayeron en la trampa transnacional, que los utilizó por ser ellos mismos poco garantes de las intenciones invasoras de las empresas".

Leonardo Viteri, vicepresidente de la confederación y dirigente de la etnia shuar, hizo responsables del desmoronamiento del territorio ancestral de los huaoraníes a los leñadores, a los petroleros que trabajan para las compañías multinacionales y a los mineros. Aseguró también que este accidente no es aislado ni de ahora, y que teme que estas muertes sirvan de pretexto para militarizar la zona y utilizar a los reservistas del Ejército de EE UU que se encuentran en el sector.Viteri anunció que el lunes próximo todos los dirigentes indígenas ecuatorianos exigirán una audiencia con el presidente ecuatoriano, León Febres Cordero, "para que de una vez sean delimitados nuestros territorios e impedir otras muertes de inocentes".

El dirigente de la comunidad salasaca, Emiliano Ramos, manifestó, por último, que los indígenas ecuatorianos sufren los efectos "de lo que llaman progreso, y, por ejemplo, las fábricas de cemento contaminan a diario nuestros sembradíos agrícolas".

Las críticas a la actuación de las empresas multinacionales no acaban en la confederación de indígenas. Una monja compañera de Inés Arango, que no ha querido revelar su identidad, denunció también la represión que sufren los indios ecuatorianos, a los que no condena por la matanza. "Ellos actuaron así porque son salvajes y están defendiendo su petróleo", manifestó la religiosa capuchina.

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