El toro monovara
El Torero / Manzanares, Galloso, Niño de la CapeaToros de El Torero, de aceptable presentación y muy blandos. Manzanares: pinchazo y media (silencio); pinchazo y estocada caída (vuelta). José Luis Galloso: pinchazo y estocada muy caída (vuelta); tres pinchazos y estocada (ovación). Niño de la Capea: estocada (oreja); dos pinchazos y estocada (ovación).
El Puerto de Santa María, 19 de julio.
GONZALO ARGOTE,
La suerte de varas, corre un grave riesgo de desaparición. La responsabilidad de ello la tendremos todos: toreros, ganaderos, presidentes, veterinarios, aficionados y también los críticos. Sí, sobre todo si, con la seriedad que el caso requiere, no denunciamos un día y otro esa progresiva mutilación de la fiesta.
Ayer, los seis toros tomaron sólo un vara cada uno, calificando, benévolamente, algunos picotazos como puyazos. En los seis, los matadores, tan ufanos, solicitaron el cambio de tercio, desde luego para que no se les murieran antes de hacer esas maravillosas faenas de muleta, fin último, objetivo cimero, compendio de todas las virtudes taurómacas. ¿Para qué están los presidentes y los veterinarios? No toman nunca la iniciativa.
A la monovara, corresponde, naturalmente, el monoquite. ¿Qué habrá sido de aquéllo que un día se bautizó como el tercio de quites? Desapareció, como desaparecerá, si seguimos así, el primer tercio, y luego empezaremos a mutilar el segundo, hasta que desaparezca, y nos quedaremos, por fin, con la ansiada, esplendorosa, inigualable y nunca bien ponderada faena de muleta.
Los picadores, los banderilleros, se irán todos al paro, pues su labor no sirve para nada. ¡Qué error, qué grave error, seguir así! Como los aficionados no reaccionemos, el final que nos espera es el que les describo.
Con una corrida tan blanda como la de El Torero, Manzanares, Galloso y Niño de la Capea tuvieron el mérito -especialmente este último- de mantenerla de pie, aunque a veces no lo conseguían dado que los inválidos no hacían caso de las muletas y se caían.
Tenemos que buscar una solución a la caída de los toros, a la falta de fuerza de las ganaderías. Si no lo hacemos así, verdaderamente nos quedaremos en un ballet en lugar de un espectáculo hermoso y trágico como ha sido desde siempre la fiesta.
Triunfo de Juan Rivera
Juan Rivera es el diestro que consiguió mayor número de trofeos en los festejos celebrados ayer. En Benidorm (Alicante), con toros de Román Sorando, cortó tres orejas. Víctor Mendes, ovación y vuelta. Joselito, ovación y oreja.
Tarragona. Cuatro toros de Escobar. Julián García, vuelta y palmas. Juan Antonio Esplá, oreja y aviso y vuelta. El rejoneador Angel Peralta, con dos toros de Beltrán, vuelta en ambos.
Mont de Marsan (Francia). Toros de Moreno de Silva. Ruiz Miguel, ovación y vuelta. Richard Millan, aplausos y pitos. Emilio Oliva, aviso y pitos, y ovación.
