"Sean breves porque tiene que empezar la sesión de cine"
"Por favor les ruego que sean breves porque tiene que empezar la sesión de cine". Eran las cuatro y media de la tarde y el secretario del consejo, Juan Vives Rodríguez de la Hinojosa, que hasta entonces había conducido la reunión con mano dura, empezaba a ponerse nervioso. En esta ocasión no era un pretexto para cortar palabras. Tenía razones de peso. A las cinco menos cuarto de la tarde, en el cine Tívoli, donde se celebraba la Junta de FECSA, empezaba la sesión con la película Fleven y el nuevo mundo de Steven Spielberg.Todos habían previsto que este año la junta de FECSA sería movida, pero casi nadie que duraría cinco horas. Hubo un total de 18 intervenciones de pequeños accionistas o de quienes decían hablar en su nombre. La banca fue el principal blanco de casi todos los ataques. Muchos accionistas aplaudieron las peticiones de suspensión de pagos para castigar a "la banca que es quien ha ganado más con la crisis de FECSA".
Francesc Vicens, ex diputado del Congreso por Esquerra Republicana y portavoz de los pequeños accionistas, manifestó su intención de estudiar la impugnación de la junta al no habérsele concedido el derecho a réplica. Vicens preguntó si se habían utilizado las fórmulas financieras apropiadas para calcular los costes de los créditos bancarios. Condicionó el apoyo de sus representados a la aprobación de los acuerdos de la junta al cumplimiento de tres peticiones: que en el saneamiemto de FECSA realizasen los mayores esfuerzos quienes más se habían beneficiado, aludiendo a la banca; que hubiesen dos representantes en el consejo, uno por los trabajadores y otro para los pequeños accionistas, a quien se ofrecía representar, y la vuelta a la cotización en el plazo máximo de tres meses.
La "alegre" gestión de Alegre
Otro accionista provocó la hilaridad de los asistentes al manifestar que la "gestión de Alegre había sido muy alegre".
Enric Casany, portavoz de una incipiente asociación de defensa del accionista, condicionó su voto a que FECSA pidiera explicaciones a la Bolsa, sobre las causas que motivaron la suspensión de la cotización.
Después de la reunión, Casany manifestó que según fuera la respuesta de la Bolsa incoarían acciones judiciales.
Algunas intervenciones fueron especialmente duras, pero nadie presentó una acción formal pidiendo responsabilidades. Abundaron las alusiones. Isidro Roser manifestó su "frustración porque he sido engañado por el consejo". Recordó que en la información enviada a Bolsa por el director financiero de FECSA, Juan Alegre Roselló, hijo del presidente Juan Alegre Marcet, se habían certificado unos beneficios, a 30 de junio de 1986, de 2.720 millones de pesetas, cuando ya había pérdidas".
A petición de otro accionista se guardó un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del atentado en Hipercor.
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