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Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Todos los caminos conducen a Viena

La vida musical nos reserva en ocasiones sorpresas insospechadas. Dos conciertos en noches sucesivas, una formación centroeuropea eminente con una propuesta heterogénea, un conjunto italiano de arcos ofertando el Vivaldi más frecuentado, apenas prometían sobre el papel algo más que un par de gratas veladas sin complicaciones. Sin embargo, la conjunción de algunos elementos presentes en los programas nos ha permitido, a más de contrastar dos estilos interpretativos valiosos, efectuar un viaje apasionante: el que nos conduce desde el hervidero del experimento veneciano al crisol de transformaciones vienés.A Viena miraron Mozart, Vivaldi y aun el precursor Torelli, y a la capital del Danubio dirigió también sus últimos pasos el compositor bohemio Vorisek, que ha constituido la revelación de estas dos sesiones musicales.

Orquesta de Cámara de Praga

Obras de Mozart, Torelli, Barber y Vorísek. Solista: Jan Hasenohrl (trompeta).Orquesta de Cámara de Padua y del Véneto Obras de Vivaldi. Solistas: Piero Toso y Lidia Kantardjieva (violines). Concertino-director: Piero Toso. Teatro Arriaga. Bilbao, 1 y 2 de abril.

Jan Hugo Vorisek (1791-1825) es apenas merecedor de unas líneas en los manuales al uso, y ello más que nada en función de su influjo sobre Schubert y en tanto que cultivador de la pequeña forma pianística. Muy pocas veces nos es dado poder apreciar sus obras y las de sus compañeros de escuela; de ahí que la presentación de su Sinfonía en re, su mayor logro en el campo orquestal, haya supuesto un gesto feliz.

La partitura data de 1821 y bebe de las fuentes del clasicismo y del espíritu posrevolucionario, pero muestra una impronta romántica inconfundible, en la que, dentro de sus mesuradas proporciones, la riqueza de ideas parece anunciar incluso a un Brahms.

Fruto de una concepción ya plenamente sinfónica, los carneristas praguenses, en su plantilla limitada, le aportan la transparencia de líneas, la calidez de su sonido y la familiaridad en el trato que les convierten en vehículo privilegiado de esta música.

Privilegiada relación

No menos privilegiada ni menos familiar es la relación de los intérpretes vénetos con la música de su paisano Vivaldi. Comandados desde sus orígenes por el primer violín, el experto Piero Toso, estrecho colaborador de Claudio Scimone durante 20 años, la influencia de este maestro se trasluce en cierta medida en sus resultados sonoros, lo cual es lo contrario de un demérito.Stravinski el cáustico se equivocaba: hoy el problema con el prete rosso consiste más bien en la amenaza de oír 400 veces las mismas Estaciones. Consignar que las escuchadas el jueves en Bilbao nos llegaron, después de todo -como el resto de su Vivaldi-, frescas, naturales y convincentes. Es el mejor elogio que pued tributársele.

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