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LA ELECCIÓN DEL 'LENDAKARI'

Socialistas y nacionalistas no logran cerrar el pacto

Delegaciones del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) no lograron ultimar ayer el acuerdo de gobierno para Euskadi, tras nueve horas de reunión ininterrumpida en el palacio presidencial de Ajuria Enea, en Vitoria. La reunión comenzó a las once de la mañana y terminó al filo de las ocho de la tarde, sin que se hubiera logrado cerrar definitivamente el pacto. Además de algunas diferencias en el reparto de carteras y responsabilidades, subsisten aún divergencias en algunos temas. Los representantes nacionalistas viajaron desde Vitoria a Artea (Vizcaya), donde el PNV celebraba asamblea nacional extraordinaria convocada con la intención de que ratificara el acuerdo.

Participaron en la reunión, entre otros, el lendakari en funciones, José Antonio Ardanza, y el presidente del partido, Xabier Arzalluz, por el PNV, y por los socialistas Ramón Jaúregui, delegado del Gobierno central en la comunidad autónoma vasca, y Txiki Benegas, secretario general del PSE-PSOE. Ambas delegaciones almorzaron en Ajuria Enea, sin interrumpir los trabajos.Fuentes próximas a los reunidos señalaron al término de la cumbre que hay todavía muchos cabos sueltos y cuestiones por cerrar, y que falta materialmente tiempo para concretar las bases de acuerdo ya pactadas en un programa de gobierno. "Serían necesarios dos o tres días más antes de que se celebre el pleno del Parlamento", añadieron las mismas fuentes.

El martes, los socialistas evacuaron consultas en Madrid antes de intentar cerrar definitivamente el pacto. Ramón Jaúregui, Txiki Benegas y Juan Manuel Eguiagaray, entre otros, viajaron a la capital de España para mantener contacto con varios departamentos ministeriales. Fuentes oficiales del PSE-PSOE dijeron no saber nada y no poder confirmar ni desmentir una reunión en La Moncloa en la que habrían participado junto al presidente del Gobierno, Felipe González, Benegas y Jaúregui.

[Fuentes gubernamentales confirmaron ayer que Txiqui Benegas se entrevistó en la noche del martes con el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, a quien informó sobre el desarrollo de las negociaciones con el PNV].

La negociación de última hora con los nacionalistas es una victoria muy importante para el sector crítico del PSE-PSOE, encabezado por Ricardo García Damborenea, secretario general de la organización en Vizcaya. Damborenea, que ha mantenido un escrupuloso silencio desde la jornada electoral del 30 de noviembre, defendió con energía ante el comité nacional del PSE-PSOE la conveniencia de la coalición ,con los nacionalistas de Arzalluz, argumentando que es la única combinación capaz de apoyar un Gobierno estable en Euskadi.

La actitud de Garaikoetxea

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El dirigente del PSE-PSOE de Vizcaya mostró entonces su convicción de que Carlos Garaikoetxea y su partido, Eusko Alkartasuna (EA), no querían en realidad entrar en un Gobierno con los socialistas, tesis que la mayoría del partido considera ahora plenamente confirmada por los hechos. Damborenea también expuso sus reticencias frente al papel que estaba jugando Euskadiko Ezkerra (EE) en la negociación del Gabinete tripartito.Los nacionalistas, por otra parte, acusaron ayer a Carlos Garaikoetxea de haber intentado boicotear o entorpecer las negociaciones con el partido socialista. Juan Ramón Guevara, portavoz de la comisión negociadora del PNV, aseguró que Garaikoetxea había telefoneado anteayer a Benegas para garantizarle la participación del PSE-PSOE en el Gobierno de coalición con EE, en caso de que fuera elegido lendakari el próximo día 20. Según Guevara, Benegas puso en conocimiento de Ardanza esta conversación inmediatamente.

Garaikoetxea calificó la acusación de Guevara de falsedad. El candidato de EA a la presidencia recordó que el motivo de la ruptura de las negociaciones para el Gobierno tripartito fue el empeño de EA y EE en defender las mayores cotas de autogobierno para Euskadi. Según Garaikoetxea, las afirmaciones de Guevara son "un puro desvarío".

El Gobierno resultante del pacto PNV-PSE contaría en el Parlamento con 36 diputados, dos menos de los necesarios para obtener la mayoría absoluta que permitiría a José Antonio Ardanza resultar elegido lendakari en la primera vuelta y otorgaría mayor fortaleza al Gabinete.

Los dos votos necesarios para alcanzar la mayoría absoluta podrían ser los del CDS, con cuyo secretario general y diputado en el Parlamento de Vitoria, Jesús María Viana, trató esta posibilidad Txiki Benegas poco después de las elecciones autonómicas, aunque sin llegar a ningún compromiso.

Las relaciones entre ambos partidos se han deteriorado mucho desde entonces, sobre todo después de que el PSE-PSOE intentara marginar de la Mesa de la Cámara vasca al Grupo Mixto, integrado por los dos diputados del CDS y otros dos de Coalición Popular. Viana declaró ayer que ni los socialistas ni los nacionalistas se han dirigido a su partido en los últimos días para pedirle que vote al candidato conjunto.

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