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El presidente de Guatemala desea legalizar al partido comunista

El presidente de Guatemala, el democristiano Vinicio Cerezo, desea que el partido comunista participe en la vida política del país, y asegura que el Ejército guatemalteco ya ha aceptado la posibilidad de una legalización, que podría entrar en vigor el año 1988, según declaró a este diario en el palacio presidencial. Un año después de tomar posesión se advierte en Cerezo la huella desgastadora del poder. El presidente atribuye su ronquera y mala cara a la celebración, el día anterior, del primer aniversario del retorno de la democracia.

Cerezo está preocupado por la descomposición de la oposición y la falta de una alternativa ideológica a la Democracia Cristiana. Saca a colación que el presidente del Gobierno español, Felipe González, también se lamenta de la descomposición de la derecha española. Esto lo escuchó Cerezo en tina entrevista de González con el periodista mexicano de televisión Jacobo Zabludovski. El ideal, según Cerezo, sería que la Unión de Centro Nacional (UCN) se consolidase como una derecha moderna; que a la izquierda se fortaleciese el Partido Socialdemócrata, y la Democracia Cristiana quedase en una posición de centro.A la pregunta de este periódico sobre una eventual legalización del Partido Comunista de Guatemala, Cerezo respondió: "Estamos dispuestos a, hacerla, aunque va a costar encontrar quién esté dispuesto a aceptarla. Pero ya en este momento, se lo digo con franqueza, lo sé porque yo fui compañero de ellos en la Universidad dirigentes comunistas están operando en el país a través de otras organizaciones y seguramente están calculando la posibilidad de participar. Para. nosotros esto sería ideal, porque nos permitiría encontrar una vía de salida para la gente que escogió la violencia como un método para resolver los problemas. Podríamos ahí canalizar las energías de esta gente Lo autorizaríamos. Por supuesto que tendrán que llenar los requisitos legales, pero en un principio contaría con mucha tolerancia de parte del Gobierno de la República para propiciar su participación. Visualizando el futuro, diría que tal vez algún grupo, no con el nombre de partido comunista pero sí con el pensamiento marxista, pudiera estar participando ya en el año 1988. Nosotros estamos dispuestos a hacerlo. Ya hemos hablado de esto con el Ejército. Algunos se ponen un poco nerviosos, pero es una idea que está también aceptada en el Ejército".

A la hora de hacer balance de su primer año de Gobierno, Cerezo se refiere a sondeos de opinión que el Gobierno realiza periódicamente y no publica. Según estos sondeos, los tres problemas fundamentales son la seguridad ciudadana, el incremento del coste de la vida y la falta de trabajó. Los mismos sondeos dicen que un 91% de los guatemaltecos siente que en el país hay libertad. Para Cerezo es un éxito que se haya llegado a un año sin rumores serios de golpe de Estado. Y no estima que la extrema derecha de Guatemala sea un problema, porque "se desarmó en la última elección".

Considera Cerezo que la fuerza con la que más tuvo que negociar el Gobierno en el primer año de democracia fue la constituida por los grupos de la empresa privada, organizada en el poderoso Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), y piensa que ahí estará el punto difícil de este año. "No me preocupan las movilizaciones sociales y sindicales: creo que eso es parte de la democracia. El país necesita una reforma «nstitucional, y eso . inplica reforma tributaria; y reforma tributaria es un problema con el CACIF", asegura.

Relaciones con el Ejército

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Cerezo está satisfecho de las relaciones con el Ejército. "Había que hablar francamente con el Ejército. No separarlo del proceso político ni convertirlo en una fuerza-juez, extraña al proceso, porque debe ser parte de la, problemática. Se le ha involucrado en el proceso institucional, y hasta ahora no he tenido un solo problema con el, Ejército. Vamos a hacer cambios en el ministerio de Defensa y retiramos 22 oficiales, y esto no nos causa ningún problema, y vamos a avanzar en la modernización del concepto ideológico del Ejército".

Pretende Cerezo que el Ejército cambie la doctrina de la seguridad nacional por la de la estabilidad nacional. "Con eso, unido a la neutralidad activa de Guatemala, el Ejército deja de ser una especie de invasor en su propio territorio para contribuir a la estabilidad como requisito para el desarrollo. La doctrina de la neutralidad nos coloca en una posición de relativa autonomía en cuanto a los conflictos regionales",.

El presidente de Guatemala declara que su país está dispuesto a pagar el coste necesario para mantener la neutralidad activa. "No hemos recibido poca ayuda, pero sí menos que los otros países centroamericanos, a pesar del tamaño. Tal vez porque pedimos menos y tal vez porque no nos quieren dar tanto (se ríe), pero es el coste de tener una actitud de autonomía. Estamos dispuestos a pagar algún coste tratando de utilizar recursos internos, pero hasta ahora ha sobrevivido la política de neutralidad activa sin muchas dificultades. Si las cosas siguen polarizándose en Centroamérica, podemos tener dificultades para mantenrierla".

Sobre las protestas de los famillares de desaparecidos del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), piensa Cerezo que no ha incumplido lo que anunció en su programa electoral: "Yo ya dije que no voy a hacer Julcios". Cree que su perspectiva era correcta, y así se lo ha confirmado el proceso seguido en Argentina, "porque llega un momento en que eso está fuera de control, y había que ponerle un punto final".

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