Las oscuras 'golondrinas'
Volvió Las golondrinas al escenario de la Zarzuela (ahora titulado teatro lírico nacional) en forma de concierto y como primer homenaje a José María Usandizaga en el centenario de su nacimiento.Ya representada en 1965 y en el festival de 1975, antes de que el año siguiente se montase Mendi-Mendiyan, no deja de ser chocante y con mucho de frustración que ahora la ópera de Usandizaga haya venido oscura de escena, desvirtuada en sus, constitutivos valores teatrales, de la mano del director musical asociado del teatro lírico Miguel Ángel Gómez Martínez.
Sólo una versión maestra, verdaderamente modélica, haría perdonar el arbitrario capricho, pero lo cierto es que lo escuchado no superó musicalmente las versiones anteriores.
Las golondrinas
Autores: Martínez Sierra y Usandizaga. Director: Miguel Ángel Gómez Martínez. Solistas: María Ángeles Peters, Alicia Nafé, Antonio Blancas y Gregorio Poblador. Coro y Orquesta titulares y Escolanía del Recuerdo. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 10 de enero.
Sólo una prota onista, la brasileña María Ángeles Peters, demostró temperatura dramática, impulso teatral, aun cuando vocalmente dejara que desear por sus agudos feos y mal afinados; la refinada Alicia Nafé -una de las protagonistas de 1975- puso belleza en la parte de Cecilia, pero le faltó el amargo desgarro del personaje; el siempre admirado Blancas Laplaza sufría alguna indisposición, pues sus notas altas fueron apretadas y su línea se quebró a veces; el tenor Gregorio Poblador defendió bien su breve parte.
Gómez Martínez -esta vez con partitura- impuso su criterio de continuidad basado en el solfeo y el metrónomo, lo que no tiene por qué dar como resultado verdadera música. A veces cubrió a los cantantes y en otras difuminó la parte orquestal, aunque brillara potente y efectista a la hora de la pantomima.
Los mayores aplausos los recibió la partitura de Usandizaga, cuando el director la alzó en gesto de homenaje a aquella gran ocasión perdida para nuestro teatro lírico que fue el músico guipuzcoano.
Talentos dramáticos como el suyo se dan pocas veces, y menos entre nosotros, como para no lamentar continuamente la muerte temprana de José María Usandizaga, al borde de los 30 años. El programa de mano -más modesto que los habituales- incluía un bello trabajo de Luis Sagi Vela.
