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La 'ventanilla única' para crear empresas recibe más de 30 consultas diarias

En los dos meses que lleva funcionando el Centro de Gestión para la Creación de Empresas (CGCE), alias ventanilla única, han pasado por sus despachos 1.693 personas, que solicitaban información sobre la mejor forma de conseguir un crédito o una licencia de apertura. En 24 casos, los ciudadanos han dejado en manos de la oficina la tramitación de sus expedientes previos al inicio de sus actividades. La experiencia piloto, según su director Carlos Fernández, "está siendo bien recibida por el público".

El jueves, 15 personas se acercaron durante la mañana a la quinta planta del paseo de la Castellana, 60. Un grupo de tres jóvenes quería saber a qué organismo y en qué condiciones debían solicitar un crédito para comprar una furgoneta."Para el ciudadano, la Administración, con mayúscula, es un único organismo frente al cual no sabe qué hacer, y de nada sirve explicarle que cada departamento tiene sus propias reglas, encaminadas a su buen funcionamiento", señala el director de la ventanilla única, Carlos Fernández.

"La falta de coordinación hace que los reglamentos y los trámites exigidos en cada sector de la Administración a veces no guardan relación entre sí, y ha dado lugar a una maraña ordenancista en la que los particulares se pierden. Se han llegado a detectar anomalías del tipo de que para conseguir una licencia tenías que tener en tu poder otra, que a su vez no se te concedía si no tenías la primera".

Antes de dirigir la ventanilla única, Fernández se paseé por todas las ventanillas que deben sufrir habitualmente los ciudadanos. "También es cierto", añade, "que entre los propios funcionarios se está abriendo paso la mentalidad de que hay que simplificar la vida a los particulares".De las personas que han acudido a la ventanilla única, la gran mayoría lo ha hecho sólo para recabar información. En el caso de que el cliente tenga ya decidido la actividad que quiere desempeñar y el local donde va a desarrollarla, los funcionarios de la unidad técnica (aparejador, ingeniero y arquitecto destinados en el CGCE por el Ayuntamiento de Madrid) le informan de si el local cumple todos los requisitos para la actividad en cuestión. Después serán los funcionarios de la unidad de gestión los encargados de solventar los problemas y de pelearse con el resto de la Administración.

Por último, una unidad jurídica se encarga de que todos los expedientes cumplan con la legalidad vigente.

En la mesa de Carlos Fernández se encuentran varios expedientes en tramitación. Uno de ellos, de los sencillitos -un negocio de videoclub- tiene ya todos los papeles oficiales preparados: instancia de licencia de apertura, contrato de arrendamiento, justificante de creación de la sociedad, justificante del código de identificación fiscal, memoria de actividades, planos de localización en el barrio y de alzada y planta del local, petición de licencia fiscal, de radicación, de basuras y el alta de inscripción en la Seguridad Social.

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Papeleo organizado

La ventanilla única no significa que no haya que hacer todos esos papeleos, y de ahí la desproporcionada expectación que despertó su creación, sino que los propios funcionarios del CGCE los tramitan."Al mismo tiempo", añade Carlos Fernández, "la ventanilla única nos está sirviendo para sufrir en nuestra propia carne los problemas que se encuentra habitualmente el ciudadano en sus relaciones con la Administración. De aquí saldrán experiencias y recomendaciones para simplificar la burocracia".

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