Los conjuntos declarados el año pasado patrimonio de la humanidad no han recibido atención de la Unesco

El entusiasmo manifestado por responsables culturales y municipales por la declaración el martes de tres conjuntos arquitectónicos y un parque natural españoles como patrimonio de la humanidad contrasta con el escepticismo de los habitantes de las poblaciones que recibieron el año pasado el mismo tratamiento. Santiago de Compostela recibió la visita del secretario general de la Unesco, Amadou M'Bow, pero aún no existe un plan especial para el casco antiguo; Segovia esperó en balde la visita anunciada de la misma comitiva, y las cuevas de Altamira, en Santander, aún aguardan la comunicación oficial. Cultura ha incluido por primera vez en los presupuestos de 1987 una, partida de 70 millones de pesetas para ocuparse de estos lugares.

La declaración de patrimonio de la humanidad a la ciudad de Toledo, el conjunto monumental mudéjar de Teruel, la ciudad antigua de Cáceres, la ciudad histórica de Toledo, así como el parque natural de Garajonay, no va a suponer de parte de la Unesco ninguna ayuda económica concreta, en contra de lo que esperan algunos.Según Dionisio Hernández Gil, director del Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, la declaración supone, además del reconocimiento internacional y de la llamada de atención sobre determinado monumento o conjunto artístico, que la Unesco pone a disposición de la ciudad la ayuda técnica de sus especialistas. "La situación interna de este organismo no permite otra cosa, y esta ayuda técnica, teniendo en cuenta la calidad de los especialista, es de gran valor", afirma.

El Ministerio de Cultura, por su parte, ha incluido por primera vez en los presupuestos de 1987 una partida de 70 millones de pesetas para ocuparse de los 14 lugares que han sido declarados hasta el momento patrimonio de la humanidad. "No es mucho dinero", dice Hernández Gil, "pero promovemos también otras ayudas y proyectos específicos para estos lugares, como en la Alhambra de Granada, el monasterio de El Escorial y la obra de Gaudí en Barcelona. No hemos recibido respuesta de la ayuda que propusimos a Ávila".

Ciudad en letargo

El largo letargo de Cáceres, quizá la principal razón de su conservación actual, se prolongó hacia su proyección exterior, informa Pedro Jara, aunque el historiador Carlos Callejo lo justifica porque la ciudad "no posee ninguno de esos monumentos grandiosos, piezas de excepción, y ésta es la causa de que su nombre, como hito histórico y lugar de atracción de visitantes, haya permanecido casi inédito durante mucho tiempo".En cuanto a Teruel, el estado en que se encuentra el conjunto mudéjar de la catedral y tres torres (San Pedro y las dos gemelas de San Martín y el Salvador) es bueno en general. No obstante, el Gobierno aragonés ha anunciado actuaciones puntuales contra la humedad, para reforzar las medidas antiincendios y limpiar el polvo del artesonado de la catedral, según informa Javier Ortega.

La declaración del parque de Garajonay, en La Gomera, contribuirá, según los naturalistas y políticos canarios, a sacar del ostracismo a una isla con señales de subdesarrollo y secularmente olvidada, informa desde Tenerife Carmelo Martín. En opinión del director general del Medio Ambiente del Gobierno canario, Juan Carlos Carracedo: "La distinción nos obligará a todos a extremar las medidas de conservación de este importante conjunto botánico".

El esfuerzo realizado por las distintas administraciones -central, regional y municipal- no es suficiente para conservar y restaurar los más de 50 edificios declarados de interés histórico-artístico existentes en Toledo, la mitad de ellos pertenecientes a la Iglesia, informa Eva Castro. Sólo en la catedral de Toledo serían necesarios, según apuntan algunos especialistas, unos 500 millones de pesetas para conseguir que el edificio frene su deterioro