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Crecen en Mozambique las acusaciones contra Suráfrica por la muerte de Machel

Las acusaciones de la Prensa estatal mozambiqueña contra África del Sur por su supuesta implicación en la muerte de Samora Machel aumentaron ayer, coincidiendo con el inicio de las honras fúnebres por el presidente fallecido, y tras la visita a Maputo de una importante delegación del Gobierno de Zimbabue.

La prudencia que las autoridades de Maputo observaban desde el pasado lunes en relación a los rumores de un posible atentado contra el avión que transportaba a Samora Machel y sus más directos colaboradores cambió ayer, abriendo el paso a una clara subida de tono de las acusaciones contra Pretoria.El único diario del país, Noticias, afirmaba que "las dudas e interrogantes" acerca de las circunstancias exactas del accidente aumentan, y que se siente en todo Mozambique un "silencio cargado de tensiones".

Para el editorialista del periódico, nadie ha sido hasta ahora capaz de explicar por qué el avión, pilotado por una tripulación soviética muy experimentada y que había realizado decenas de vuelos con el avión presidencial, se estrelló de repente, cuando "ya estaba visible en el radar" y las luces de la pista de Nkomati se encontraban encendidas.

Sabotaje de los instrumentos y desvío del avión Tupolev son dos posibles explicaciones avanzadas por el periódico, que añade al inventario de las circunstancias supuestas el largo silencio de Pretoria, que no avisó a Maputo antes de la madrugada, cuando debían haber sido detectados por la vigilancia surafricana la identidad del avión y el momento del accidente.

"¿Alguien tiene dudas acerca del responsable?", pregunta en conclusión Noticias, después de recordar las recientes amenazas del ministro de la Defensa y del viceministro de Asuntos Exteriores de Pretoria contra Mozambique y, personalmente, contra su presidente.

El mismo periódico publica incluso una entrevista del director de la agencia estatal mozambiqueña AIM con Machel días antes del accidente en la cual el propio líder confirmaba la sospecha de un próximo atentado contra su persona.

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Machel no sólo recordaba que los "militaristas surafricanos" habían intentado asesinarlo en noviembre de 1985, sino que subrayaba: "Soy el obstáculo. No estoy comprometido con nadie. Estoy limpio".

La coincidencia entre estas tomas de posición de la Prensa mozambiqueña (reproducidas por la radio nacional) con las acusaciones inicialmente lanzadas por Zimbabue y Zambia es aún más significativa después de la visita que hizo ayer a Maputo una importante delegación del Gobierno de Harare, encabezada por el ministro de Información, Nathan Shamiyaria.

Además de todo el apoyo logístico al Gobierno mozambiqueño para la organización del funeral de Machel, Zimbabue habría ofrecido tanibién un refuerzo de la ayuda militar que presta actualmente al país vecino. Cerca de 8.000 soldados de Zimbabue son actualmente los principales responsables de la defensa del llamado pasillo de Beira, por donde pasa la vía férrea y el oleoducto que unen este puerto mozambiqueño a Zimbabue, ambos de importancia vital para Harare.

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