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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

TVE-2 emite un ciclo de 10 películas dirigidas por Chabrol

La segunda cadena de TVE comienza a emitir esta noche un ciclo de 10 películas dirigidas por el cineasta Claude Chabrol. Un director que se distingue por su ojo puntilloso, sabio y clarividente: crítico, acerado, a ratos nihilista, siempre implacable.

El ciclo se inicia con El tigre se perfuma con dinamita. Pasamos así de Greta Garbo a Claude Chabrol: los contrastes se agradecen. Un ciclo sobre Claude Chabrol, para gustar de veras, debería ser un ciclo completo y exhaustivo. O, cuanto menos, representativo. No lo es. Las 10 semanas de Chabrol tienen de lo mejor de su homenajeado (Landrú, Accidente sin huella ... ) y de lo peor (Locuras de un matrimonio burgués). Ahí podría darse por buena la representatividad de su autor, cineasta irregular, aunque indiscutiblemente ecuánime. Pero dicha representatividad se viene abajo al empezar la muestra, esta noche, con un largometraje suyo, El tigre se perfuma con dinamita, de 1965, dejando en la cuneta su arranque excepcional, en 1958, con El bello Sergio y Los primos, cumbres del cine francés de la época, de la época de la nouvelle vague, paralelos a Los 400 golpes, de Truffaut, o al Godard de Al final de la escapada.En cualquier caso, aquí está Chabrol. Se toma o se deja. Y a pesar de las íncongruencias mencionadas, vale la pena tomarlo. Chabrol sigue siendo (ahí está su reciente y admirable Pollo al vinagre, de la que acaba de rodar una continuación) cabeza visible del actual cine francés, no muy lozano que digamos. Y un autor que jamás ha vendido su estilo, o sus estilos, al lenguaje de la moda.

Por lo que respecta a El tigre se perfuma con dinamita, ni buena ni mala. Insólita. En época de eclosión jamesbondiana, Chabrol se sacó de la manga un agente, Louis Rapière, alias el Tigre, y le dio la réplica a Connery. A falta de efectos especiales y parafernalia, ironía. A falta de buenos actores, caricaturas: Roger Hanin y Margaret Lee.

En su segunda aparición en escena, el Tigre (que ya había presentado sus credenciales un año antes: Le tigre aime la chair fraiche) se revuelca, dinámico, entre una conspiración con Ibigotes de oro valorados en más de 20 millones de dólares; se lla una revolución militar en Guyana; hace el arnor con las Rapière girls que le salen al paso y distrae al personal.

No es un Chabrol de marca, ojo. Habrá que esperar a Landrú.

El tigre se perfuna con dinamita se emite por TVE-2 a las 22.10.

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